domingo, 13 de mayo de 2012

¿Primavera árabe para Cuba?, lo que se esconde bajo el tapete

 
La noticia no sorprende a nadie. Representantes del Consejo Nacional Sirio (CNS), la principal agrupación antigubernamental en Siria, y miembros de la anticubana Asamblea de la Resistencia Cubana (ARC), radicada en Miami, suscribieron un "acuerdo de colaboración",, el pasado 8 de mayo, en el Hotel Biltmore, en Coral Gables, Miami, cuyo propósito es "coordinar acciones" para procurar el derribo inconstitucional de los gobiernos sirio y cubano. “Estamos luchando por un mismo ideal que no es otro que el respeto de los derechos fundamentales de los pueblos de Siria y Cuba”, destacó la provocadora Sylvia Iriondo, cuyo padre fue un connotado agente de la CIA y miembro de la derrotada invasión mercenaria en Playa Girón. Esta señora, al frente del grupúsculo Madres y Mujeres Antirepresión por Cuba (M.A.R. por Cuba), se ha destacado por promover actividades subversivas dentro de la Isla, financiando a la contrarrevolución interna y enviando emisarios para financiar sus actividades desestabilizadoras.

¿Se encontraron el CNS y la ARC por casualidad? Lo cierto es que no. Este acuerdo es el resultado de la creación de un grupo de tarea (Task Force), interagencias e intergubernamental, en el que participan conjuntamente la CIA, el Mossad, el MI6, las secciones o Buróes Cuba y Siria del Departamento de Estado, la inteligencia militar del Pentágono, grupos de influencia judía y anticubana dentro del Congreso y varios representantes de la extrema derecha, particularmente Ileana Ros-Lehtinen. Ha sido conformado con la venia de varios gobiernos, los que tienen pleno conocimiento del activar de este grupo y de sus planes futuros, y entre los que se destacan Estados Unidos, Israel, Arabia Saudita, Reino Unido y otros países de la Unión Europea y de la Liga Árabe. Tres gobiernos latinoamericanos han sido, posiblemente, consultados al respecto.

Este grupo de tarea funciona desde hace algunos pocos meses y se ha planteado como objetivos, los siguientes:

1) Coordinar acciones de apoyo común en el plano internacional, desarrollando una guerra mediática de alta intensidad, contando con vastos recursos puestos a su disposición. En este sentido, contemplan el empleo de las redes sociales para inundarlas con un ataque continuado de distorsión de la realidad interna en Cuba y Siria, apoyándose en grupúsculos contrarrevolucionarios internos, a los que se le ha definido claramente su papel en vender una imagen distorsionada de sus realidades nacionales.

En el caso de Cuba, la SINA tiene un papel determinante en la coordinación de las acciones provocadoras y desestabilizadoras. En el caso de Siria, varios centros operativos ubicados en Paris, Estambul, Bagdad, Londres, y otras capitales europeas y árabes, cumplen con esta tarea enmarcada dentro de la guerra ideológica.

2) Creación de un frente unido y el intercambio de estrategias comunes, teniendo como base las experiencias alcanzadas por los grupos contrarrevolucionarios en sus respectivas naciones. Para ello, la fuerza de tarea estudia las posibilidades, ambicionadas inútilmente desde hace décadas, de promover una fractura entre las FAR y el MININT de Cuba con respecto a la dirección del país, tomando como base la experiencia obtenida en Siria.

Ante la imposibilidad de promover la inclusión de mercenarios extranjeros dentro de Cuba, como ha ocurrido en Siria, el grupo de tarea tiene bien claro la creación de condiciones para reactivar las acciones terroristas desarrolladas contra Cuba en décadas pasadas, realizando estudios de perfiles de la masa contrarrevolucionaria interna para determinar a quiénes se podría emplear potencialmente con esos fines. En este sentido, se estudia el envío de algunos instructores provenientes de Europa y de naciones latinoamericanas para preparar, subrepticiamente, a algunos contrarrevolucionarios en manejo de explosivos, técnicas de subversión, y otros métodos de guerra sucia. La fuerza de tarea ha evaluado incorporar a algunos ciudadanos latinoamericanos, algunos de los cuales han servido en Irak y Afghanistán, para preparar grupos de infiltración para realizar sabotajes dentro de Cuba. También se ha contactado a terroristas de origen cubano y a grupos como Alpha 66, Comandos F4, entre otros, para reclutar a personas a los que se entrenaría en campamentos dentro de Estados Unidos o en uno de los países latinoamericanos contactados. 3) El grupo de tarea se ha comprometido a utilizar todos los canales diplomáticos posibles para satanizar internacionalmentes a los gobiernos de Bashar AlAssad y Raúl Castro, fundamentalmente dentro de las Naciones Unidas, la OEA, la Liga Árabe, empleando para ella un vasto tinglado de ONGs, con vistas a deformar deliberadamente la situación de los derechos humanos en esas naciones.

4) El grupo de tarea dispone de fuentes de financiamiento a través de partidas secretas ya comprometidas por los gobiernos involucrados, fundamentalmente mediante cuentas fantasmas de la CIA, el Mossad y otras agencias, disfrazadas como contribuciones a ONGs.

5) Se están realizando estudios para poder habilitar los canales logísticos necesarios para hacer llegar a los involucrados en Cuba y Siria, todos los recursos logísticos necesarios para cumplir sus misiones.

En resumen, el acuerdo firmado por la parte cubana (Berta Antúnez, Orlando Gutiérrez, Silvia Iriondo, Laida Carro, Horacio García, Raúl García y Luis González Infante) y por la parte siria (la Unidad por una Siria Libre, la Comisión General de la Revolución, el Grupo de Trabajo de la Emergencia Siria, la American Syrian PAC, el Consejo Sirio Americano y la Organización de Sirios Expatriados, entre los que se encontraban Niman Shukairy y Mohamed Kawam) , es solo una tapadera de algo mayor.

Muchos podrán tildar este trabajo de especulativo y sin fundamento, pero quienes conocen cómo funcionan los servicios enemigos, saben que no se da un paso público sin no antes crear la infraestructura secreta para articularlo o, al menos, la Task Force encargada de ejecutarlo. En eso, tanto la CIA, como el Mossad, tienen amplia experiencia. Lo importante es mantenerse vigilantes y tener claro que el enemigo se mueve entre las sombras. Eso hay que hacerlo, aunque uno sepa, de antemano, que una "primavera árabe" en Cuba es una simple masturbación de un enemigo terco, iluso, pero peligroso.

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