Por: Raúl Antonio Capote de los Estados Unidos dedica incalculables recursos a la guerra cultural. Sus especialistas, altamente calificados, provienen de las mejores universidades del país y son cuidadosamente seleccionados. El equipo que trabaja en la guerra contra Cuba cuenta además con una basta experiencia, muchos de ellos son veteranos de la Guerra Fría, la mayoría participaron en operaciones contra los países ex socialistas de Europa del Este.
Cuba enfrenta hoy a ese temible arsenal de recursos humanos y materiales, inmersa en una difícil lucha por renovar el modelo económico, en medio de una profunda crisis del capitalismo a escala global que afecta a la ´economía cubana, agredida su población por una cruel guerra económica, que no respeta límites ni fronteras, guerra llevada a cabo por la potencia capitalista más poderosa de la tierra.
Los efectos de esa guerra sin cuartel contra la economía causa escases y penurias, que no son mayores gracias a la voluntad política del gobierno cubano y a la efectividad de un modelo económico social basado en la planificación y no en las leyes ciegas e injustas del mercado, en la distribución justa de las riquezas, en la igualdad, modelo que no deja desamparado a nadie y que garantiza niveles de atención de salud y educación comparables a los países más desarrollados del mundo.
Los efectos del bloqueo sobre el pueblo cubanos son presentados sin recato de ninguna clase, como errores del socialismo, como prueba del fracaso de la Revolución, nuestros enemigos no tienen escrúpulos de ninguna clase cuando mienten y manipulan la información.
La formidable maquinaria de propaganda de la CIA, que cuenta con centenares de revistas, periódicos y canales de TV, que se presentan como completamente privadas y libres, más el dominio del ciber espacio controlado por las compañías a su servicio, más la acción de cientos de mercenarios de la información y sus lacayos dentro de la isla, es utilizada en la guerra contra Cuba, en especial, los mensajes manipulados, la información tergiversada debidamente presentada a partir de un cuidadoso estudio de márquetin, construida de modo que resulte atractiva y fácilmente asimilable es dirigida contra la juventud cubana.
La CIA trabaja fundamentalmente hacia los jóvenes, intentando penetrar los centros culturales, religiosos, estudiantiles o sociales y los grupos informales, su propaganda está dirigida, amparados en una imagen progresista, rebelde y externamente atractiva, al sobredimensionamiento de los “fracasos” económicos del socialismo, a divulgar la “poca actualidad” del pensamiento marxista, a desinformar, denigrar las ideas revolucionarias, mentir, popularizar “las ventajas” de las sociedades de consumo.
Organizan conferencias internacionales, brindan becas, premios y proyectan su influencia a través del cine, la TV, la prensa y la literatura. En películas, series televisivas, magazines, libros, se idealizan los mercenarios, se llama terroristas a los revolucionarios, se propagan criterios “novedosos” sobre la libertad sexual, los derechos humanos, el conflicto existencial, se distorsionan los conceptos de patria y nacionalidad.
Dentro del país intentan crear proyectos supuestamente alternativos, que son financiados y monitoreados a través de la Sección de Intereses de los Estados Unidos o directamente desde organizaciones que sirven de fachada a la CIA como la USAID, el Instituto Republicano Internacional (IRI), la Fundación Panamericana para el Desarrollo (FUPAD) y otras.
El fracaso reiterativo de sus planes les ha llevado a perfeccionar su estrategia de guerra cultural, a desarrollar nuevas acciones, dirigidas a confundir, a engañar a los incautos.Nuevos personeros simulan pertenecer a una izquierda que odian en lo más intimo de sus almas, han cambiado el lenguaje, ahora dicen ser revolucionarios, dicen trabajar por el bien de Cuba, dicen estar interesados en el futuro del país.
Dentro de esta estrategia se encontraba Génesis un proyecto dirigido especialmente a los nietos de la Revolución, sobre este proyecto y su progresión actual hablaremos en próximos artículos.
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