El Departamento del Tesoro de Estados Unidos redobló la
supervisión de los viajes a Cuba y anunció que la violación de las
restricciones será castigada con multas de 65 mil dólares y hasta la
suspensión de licencias, entre otras acciones.
En
un comunicado de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC),
adscrita al Tesoro, el gobierno del presidente Barack Obama había
advertido en marzo último que tomaría represalias ante cualquier intento
por hacer turismo bajo la política establecida por la Casa Blanca.
La
amonestación de Washington fue dirigida a anuncios que sugieren la
opción de que los viajeros tendrán tiempo libre en la isla para realizar
actividades fuera del programa educacional. Eso es una impresión
incorrecta y puede ser castigada con la suspensión de licencia, subrayó
la OFAC.
Esta
advertencia de la administración Obama sobre el carácter no turístico de
las licencias de viaje obedece a presiones recibidas de legisladores
conservadores de la derecha cubanoamericana, en contra los intercambios
culturales y educativos, opinaron analistas políticos.
La
actualización en las prohibiciones se aplica a ciudadanos
estadounidenses sin vínculos familiares con cubanos, y a partir de ahora
los solicitantes de licencias deben explicar para qué necesitan
reunirse con altos funcionarios en la isla antillana, según apunta el
medio digital Capitolhillcubans.com.
La
OFAC además dictaminó que un representante del poseedor de la licencia
vaya en cada viaje, y recalcó que los viajes de turismo a Cuba son
ilegales desde el punto de vista de la Casa Blanca y se pueden multar
con 65 mil dólares.
Esta
resolución de Tesoro siguió a una demanda del senador republicano por
Florida, Marco Rubio, quien exigió en el Congreso más revisiones de los
itinerarios y del programa en general, porque es difícil manejar y
evitar las ilicitudes, alegó.
En
enero de 2011 Obama certificó una relajación relativa en la prohibición
de los contactos con Cuba, y permitió que compañías aéreas y agencias
pudieran organizar viajes a la nación caribeña, pero solo con fines
culturales y educativos.
No
obstante, las primeras licencias no fueron otorgadas por la OFAC hasta
seis meses después y al mismo tiempo que la congresista conservadora
Ileana Ros-Lehtinen solicitara al Tesoro medidas anticubanas más severas
en este acápite legislativo.
Ya
antes, el 25 de julio último, la OFAC había aclarado que la
flexibilización concedida por Washington acerca de las visitas de
estadounidenses a la nación antillana sería un error interpretarla como
una promoción del turismo.
"Un
requisito es que cada viajero debe tener un itinerario completo de las
actividades de intercambio educativo. La publicidad que parece desviarse
de ese requerimiento pudiera ser objeto de verificación", advirtió el
comunicado federal.
El
texto enfatizó que la Oficina de Control "no autoriza transacciones
relacionadas con actividades que están principalmente orientadas al
turismo".
Estados
Unidos mantiene desde 1962 un bloqueo económico, comercial y financiero
contra Cuba que ha costado a la isla más de 975 mil millones de dólares y
constituye una violación de la Carta de Naciones Unidas y de las normas
del Derecho Internacional.
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