De
Suiza no se va nadie que haya obtenido permiso de residencia. Hasta los
alemanes quieren emigrar a Suiza, pero las regulaciones suizas son
extremadamente recias. A los tres meses de estancia tienens que ir
echando tremendio pie.
Pero Yoani Sánchez se fue de Suiza.
El
Consejo de diablillos ha deliberado mucho al respecto. Y creemos estar
equivocados en lo que respecta a su reclutamiento en el extranjero por
los agentes de la CIA y el BND, Carlos Alberto Montaner y Viktor Pellet.
¿Irse de Suiza porque le ofrezcan villas y castillas? Imposible.
¿Regresar a Cuba para joder la pita con el Comandante al frente? Meno
factible aún.
No,
de ninguna manera. Yoani Sánchez, si fue reclutada, lo fue en Cuba,
pero yo opino que todo fue una jugada genial de la susodicha. Sabía que
esa laguna en la esfera suculenta de la lucha anticastrista estaba
vacía. Presos ya tenían, disidentes ya tenían, intentar un cambio a
través de la constitución, ya los había hecho Payá y fuera de Cuba
estaba el pastel bien repartido desde Saavedra con la aplanadora hasta
el bizco Gutiérrez y Montaner en la cúspide de los trogloditas
comelones.
Tampoco
creo que sea una agente doble. Ya la inteligencia cubana no es ni la
sombra de lo que era en el pasado para una jugada estratégica de esa
índole. Si en Cuba se brindó a la colaboración, ya se sabrá, pero fue
después de regresar.
Entonces, ¿por qué se marchó, pies en polvorosa, de Suiza?
La
respuesta viene de la misma Suiza. Últimamente, los suizos están muy
habladores. Fue un suizo el que le entregó a Assange los datos de los
bancos y banqueros. Fueron suizos los que vendieron los CDs con los
datos de los magnates alemanes que evadían impuestos.
Todo es tan simple y nos dejamos embaucar por su misterio, que le daba una aureola de Mata Hari o de Juana de Arco.
Tampoco
van a creer la versión romántica de Gabriel y Yoani, que había
regresado por „problemas familiares“. Esa versión, con la que el
Guagüero se lanza a los brazos del Dr. Chiringa llorando y Orlando se
rasga las vestiduras es una burla a cualquier inteligencia, incluso a la
de juan g garcía.
Yoani
Sánchez tuvo que abandonar Suiza. Por evasión de impuestos. Le doy el
beneficio de la duda que „no lo sabía“. Estaba empleada de trabajadora a
cuenta propia en el asilo de ancianos. Los impuestos no se pasaban
directamente del salario, sino que lo tenía que ingresar ella a la
oficina tributaria del Cantón. No le dio la gana o no lo sabía. La
realidad es que se había buscado tremendo rollo con los chacales del
fisco, por lo que amigos conocedores de la situación le dijeron que la
única solución era montarse en un avión y regresar a Cuba. Eso es todo.
No le busquemos heroicidad a lo que no lo tiene ni romanticismo donde no
lo hay. Sobre todo, teniendo un hijo, con la posibilidad de recibir
educación nada menos que en Suiza. ¿O ustedes creen el cuento que quería
volver a ver la jeta del Macho Rico?
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