miércoles, 2 de mayo de 2012

El retorno en tinieblas


De Suiza no se va nadie que haya obtenido permiso de residencia. Hasta los alemanes quieren emigrar a Suiza, pero las regulaciones suizas son extremadamente recias. A los tres meses de estancia tienens que ir echando tremendio pie.
Pero Yoani Sánchez se fue de Suiza.
El Consejo de diablillos ha deliberado mucho al respecto. Y creemos estar equivocados en lo que respecta a su reclutamiento en el extranjero por los agentes de la CIA y el BND, Carlos Alberto Montaner y Viktor Pellet. ¿Irse de Suiza porque le ofrezcan villas y castillas? Imposible. ¿Regresar a Cuba para joder la pita con el Comandante al frente? Meno factible aún.
No, de ninguna manera. Yoani Sánchez, si fue reclutada, lo fue en Cuba, pero yo opino que todo fue una jugada genial de la susodicha. Sabía que esa laguna en la esfera suculenta de la lucha anticastrista estaba vacía. Presos ya tenían, disidentes ya tenían, intentar un cambio a través de la constitución, ya los había hecho Payá y fuera de Cuba estaba el pastel bien repartido desde Saavedra con la aplanadora hasta el bizco Gutiérrez y Montaner en la cúspide de los trogloditas comelones. 
Tampoco creo que sea una agente doble. Ya la inteligencia cubana no es ni la sombra de lo que era en el pasado para una jugada estratégica de esa índole. Si en Cuba se brindó a la colaboración, ya se sabrá, pero fue después de regresar.
Entonces, ¿por qué se marchó, pies en polvorosa, de Suiza?
La respuesta viene de la misma Suiza. Últimamente, los suizos están muy habladores. Fue un suizo el que le entregó a Assange los datos de los bancos y banqueros. Fueron suizos los que vendieron los CDs con los datos de los magnates alemanes que evadían impuestos.
Todo es tan simple y nos dejamos embaucar por su misterio, que le daba una aureola de Mata Hari o de Juana de Arco. 
Tampoco van a creer la versión romántica de Gabriel y Yoani, que había regresado por „problemas familiares“. Esa versión, con la que el Guagüero se lanza a los brazos del Dr. Chiringa llorando y Orlando se rasga las vestiduras es una burla a cualquier inteligencia, incluso a la de juan g garcía.
Yoani Sánchez tuvo que abandonar Suiza. Por evasión de impuestos. Le doy el beneficio de la duda que „no lo sabía“. Estaba empleada de trabajadora a cuenta propia en el asilo de ancianos. Los impuestos no se pasaban directamente del salario, sino que lo tenía que ingresar ella a la oficina tributaria del Cantón. No le dio la gana o no lo sabía. La realidad es que se había buscado tremendo rollo con los chacales del fisco, por lo que amigos conocedores de la situación le dijeron que la única solución era montarse en un avión y regresar a Cuba. Eso es todo. No le busquemos heroicidad a lo que no lo tiene ni romanticismo donde no lo hay. Sobre todo, teniendo un hijo, con la posibilidad de recibir educación nada menos que en Suiza. ¿O ustedes creen el cuento que quería volver a ver la jeta del Macho Rico? 

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