El caos en que el mundo está por caer ilumina la desesperación del capital frente a la crisis de la cual es responsable....
Más la irracionalidad del asalto a la razón es una realidad......
La irrupción de violencia en barrios degradados de Londres, Birmingham, Manchester y Liverpool alarma a la Inglaterra de Cameron y motiva en las televisoras y periódicos de referencia torrentes de interpretaciones disparatadas de sociólogos y psicoanalistas que hablan como portavoces de la clase dominante.
En Washington, congresistas influyentes manifiestan el temor de que el “fenómeno británico” alcance a los EEUU y, en los guetos de sus grandes ciudades, jóvenes latinos y negros imiten a los de las minorías de la Gran Bretaña, estimulados por mensajes y llamados en Twitter y en el Facebook. Pero en tanto la pobreza y la miseria aumentan, incluyendo en los países más ricos, la crisis no afecta a los banqueros y a los gestores de las grandes empresas. Según la revista “Fortune”, las fortunas de 357 multimillonarios rebasan el PIB de varios países europeos desarrollados.
En los EEUU, en Alemania, en Francia, en Italia, quienes detentan el poder proclaman que la democracia política alcanzó una altura superior en las sociedades desarrolladas del Occidente. Mienten. La censura al modo antiguo no existe. Más fue substituida por un tipo de manipulación de las conciencias, eficaz y perverso. Los hechos y las noticias son seleccionados, presentados, valorizados o desvalorizados, mutilados y deformados, de acuerdo con las conveniencias del gran capital. El objetivo es impedir a los ciudadanos comprender los acontecimientos de que son testigos y su significado.
Los periódicos y las cadenas de televisión en los EEUU, en Europa, en Japón, y en América Latina dedican cada vez más espacio al “entretenimiento” y menos a grandes problemas y luchas sociales y al entendimiento del movimiento de la Historia profunda.......
La irrupción de violencia en barrios degradados de Londres, Birmingham, Manchester y Liverpool alarma a la Inglaterra de Cameron y motiva en las televisoras y periódicos de referencia torrentes de interpretaciones disparatadas de sociólogos y psicoanalistas que hablan como portavoces de la clase dominante.
En Washington, congresistas influyentes manifiestan el temor de que el “fenómeno británico” alcance a los EEUU y, en los guetos de sus grandes ciudades, jóvenes latinos y negros imiten a los de las minorías de la Gran Bretaña, estimulados por mensajes y llamados en Twitter y en el Facebook. Pero en tanto la pobreza y la miseria aumentan, incluyendo en los países más ricos, la crisis no afecta a los banqueros y a los gestores de las grandes empresas. Según la revista “Fortune”, las fortunas de 357 multimillonarios rebasan el PIB de varios países europeos desarrollados.
En los EEUU, en Alemania, en Francia, en Italia, quienes detentan el poder proclaman que la democracia política alcanzó una altura superior en las sociedades desarrolladas del Occidente. Mienten. La censura al modo antiguo no existe. Más fue substituida por un tipo de manipulación de las conciencias, eficaz y perverso. Los hechos y las noticias son seleccionados, presentados, valorizados o desvalorizados, mutilados y deformados, de acuerdo con las conveniencias del gran capital. El objetivo es impedir a los ciudadanos comprender los acontecimientos de que son testigos y su significado.
Los periódicos y las cadenas de televisión en los EEUU, en Europa, en Japón, y en América Latina dedican cada vez más espacio al “entretenimiento” y menos a grandes problemas y luchas sociales y al entendimiento del movimiento de la Historia profunda.......
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