Dos cables filtrados por Wikileaks revelan solicitudes de dinero realizadas por el Jefe de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en Cuba (SINA), Jonathan Farrar, para los grupos que el gobierno norteamericano en la Isla.
En uno de los documentos -fechado el 31 de julio de 2008- se solicitan 5000 dólares con destino a Laura Pollán, persona que encabeza las llamadas “Damas de blanco” y se detallan sus datos personales,
incluyendo dirección postal y teléfono.
En el mismo cable se piden además 3000 dólares para un “Colegio de pedagogos” con los correspondientes datos de una persona llamada Roberto de Miranda, del que se dice que ha recibido fondos de otras “embajadas amigas”.
Otro cable, de fecha 15 de septiembre de 2008, contiene la solicitud de 5000 dólares con destino a una llamada “Agenda de Transición”, con los datos de Martha Beatriz Roque y Vladimiro Roca, además de mencionar a Elizardo Sánchez, quien recientemente ha sido puesto en ridículo por suministrar a la prensa extranjera acreditada en la Isla supuestos listados de “presos políticos” que han incluido futbolistas bolivianos, un pintor del siglo XVIII y voleibolistas peruanas.
Los despachos señalan que las “Damas de blanco” y “los miembros de la Agenda para la Transicion”, “han recibido fondos en el pasado, pero no tenemos ningún detalle en cuanto a las fuentes o montos de los fondos”, lo que pone sobre el tapete el tema del poco control que ejerce el gobierno de EE.UU. sobre el dinero de sus contribuyentes, además de confirmar que no es la SINA la única vía por la que llega financiamiento a estos grupos.
La prensa cubana ha publicado pruebas del dinero recibido por Roque y las “Damas de blanco” procedente de grupos terroristas asentados en Miami, y semanas atrás circularon por Internet varios recibos de pago firmados, entre otras personas, por Laura Pollán y Martha Beatriz Roque a nombre de “Ayuda hispano cubano”.
Resumiendo:
- Queda documentado que la representación diplomática de Estados Unidos en Cuba tramita el financiamiento para la “lucha por los derechos humanos” en la Isla.
- Los propios diplomásticos norteamericanos declaran que además de esa vía existen otras fuentes de financiamiento, incluyendo embajadas de otros países en La Habana.
- Ha existido descontrol de los fondos asignados para estos fines.
Cualquiera de estos tres elementos da para un buen titular en los medios de comunicación que siguen con gran interés las actividades de estos grupos, pero es muy probable que, como ha ocurrido con otras impactantes revelaciones de cables diplomáticos relacionados con Cuba, esa prensa opte por el silencio. Lo sudedido alrededor de las relaciones de la SINA con el corresponsal del diario El País en La Habana, que acaban de conocerse por otro cable de Wikileaks, no hace albergar muchas esperanzas en esa dirección.
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