El presidente de Chile, Sebastián Piñera, firmó el jueves pasado de manera unilateral la Ley de Aseguramiento de la Calidad de la Educación en desafío al movimiento estudiantil que exige una nueva propuesta y un plebiscito al gobierno, al tiempo que instó a los estudiantes a retomar el diálogo. Los escolares aceptaron finalmente iniciar conversaciones con el Congreso, pero con la condición de que presente proyectos que estén en favor de lo que ellos proponen para mejorar la enseñanza.
Nada es gratis en esta vida, puesto que al final todo se realiza a través de los impuestos, pagados por la sociedad en su conjunto, señaló el gobernante al insistir en que
alguien tiene que pagar, y además pidió a los estudiantes
alejarse de las consignas, y deponer la intransigencia y las posturas maximalistas.
La legislación, que a juicio del gobernante derechista
interpreta las necesidades de la inmensa mayoríade la sociedad del país andino, fue promulgada nueve semanas después del inicio de las masivas protestas de estudiantes que abogan por el establecimiento en Chile de una educación pública, gratuita y de calidad, en una nación donde la mayor parte del sistema educativo está en manos privadas tras las reformas impuestas por la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1980).
La nueva ley, que se elaboró durante los gobiernos anteriores, incluye la creación de la Agencia de Calidad de Educación, que determinará
parámetros objetivos de evaluaciónde los establecimientos educacionales mediante sucesivos exámenes y fijará
estándares mínimos de calidad y aprendizaje, explicó el propio gobernante al firmar la iniciativa en el palacio de La Moneda.
Subrayó que el compromiso de su gobierno “es que 40 por ciento de los niños y jóvenes más vulnerables que tengan mérito puedan acceder a becas y, por tanto, tendrán acceso a la educación superior independientemente de la situación socioeconómica.
Si le damos educación gratuita al 10 por ciento más favorecido de nuestra sociedad, lo que estaríamos haciendo es que el total de la sociedad, incluyendo a los más pobres, con sus impuestos estaría financiando la educación de los más afortunados, precisó.
El mandatario, quien afirmó que el mensaje de los estudiantes
no sólo ha sido escuchado sino que es total y absolutamente compartido por el gobierno, anunció también el próximo envío al Congreso de dos proyectos de ley sobre educación: uno para la reprogramación de la deuda de 110 mil estudiantes morosos de los créditos que recibieron para pagar sus aranceles, y otro para rebajar los intereses de un crédito en bancos privados al que acceden los estudiantes para financiar sus estudios.
Esos créditos, avalados por el Estado, cobran un interés promedio de 5.3 por ciento, superior al de los créditos hipotecarios.
El ex presidente socialista Ricardo Lagos señaló que Chile necesita abrirse a un conjunto de reformas políticas para que el gobierno dé respuestas a los reclamos de los jóvenes. Expresó que la ciudadanía no se siente representada por las instituciones políticas y subrayó que las demandas de los estudiantes integran ese contexto de crisis institucional.
Los estudiantes, por lo pronto, se declararon dispuestos a abrir el diálogo con el Congreso.
Si hay iniciativa del Parlamento con un proyecto de ley que vaya en favor de las propuestas para mejorar la educación, encontramos que es una buena iniciativa y vamos a discutirlo. Si esto no sucede, no estamos dispuestos a instancias de diálogo, expresó a los medios la presidenta de la Federación de Estudiantes Universitarios de Chile (Fech), Camila Vallejo.
La dirigente estudiantil consideró que el hecho de que sea el Congreso el que tenga que lidiar con el conflicto estudiantil
muestra un poco la intención de la no respuesta del gobierno al dejarle la responsabilidad al Parlamento.
Advirtió que de no llegarse a un acuerdo con las autoridades, se publicará un calendario oficial de las movilizaciones estudiantiles, y adelantó la realización de una nueva marcha para el 18 de agosto, y también anunció que la Fech participará en el paro general convocado por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), previsto para los días 24 y 25 de este mes.
Los estudiantes chilenos rechazan propuesta sobre educación y siguieron el viernes con sus manifestaciones. En Santiago, se reunieron en la céntrica Plaza Italia para protestar de forma pacífica, pero la policía intervino con chorros de agua para evitar que unos 200 escolares de secundaria desfilaran por el parque Bustamante y bloquearan el tránsito en una avenida del sector.
Las organizaciones estudiantiles argumentaron que el documento presentado por el gobierno de Piñera, de 21 puntos, tiene un "sello ideológico" que en lugar de fortalecer la enseñanza pública pretende privatizarla.
Sin embargo, los alumnos consideran que las modificaciones planteadas por el gobierno son insuficientes, ya que no reforman el modelo educacional existente, no terminan con el endeudamiento en la educación superior ni avanzan hacia la gratuidad de la enseñanza.
Sin embargo, los alumnos consideran que las modificaciones planteadas por el gobierno son insuficientes, ya que no reforman el modelo educacional existente, no terminan con el endeudamiento en la educación superior ni avanzan hacia la gratuidad de la enseñanza.
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