“Los persistentes altos precios de los alimentos y las bajas reservas de comida indican que seguimos en la zona de peligro, siendo los más vulnerables los menos capaces de afrontar” la crisis, dijo el director del Banco Mundial, Robert Zoellick, al hacer público este lunes el reporte trimestral del Índice de Precios de Alimentos del organismo.
La situación es especialmente dramática en el Cuerno de África, sobre todo en Somalia, donde los precios de cereales producidos localmente ya superan los niveles récord de la última gran crisis de precios de alimentos mundial, en 2008.
Productos como el sorgo rojo aumentaron un 240 por ciento y el maíz un 154 por ciento en ese país, donde de los 3,7 millones de personas afectadas por la crisis 3,2 millones necesitan ayuda de forma “urgente”, de acuerdo con el reporte.
“En ningún lugar se produce una peor combinación de altos precios de alimentos, pobreza e inestabilidad como en el Cuerno de África”, subrayó Zoellick.
Según indicó, es “vital” mantener la vigilancia a nivel general, en vista de las “incertidumbres y volatilidad” que siguen marcando los mercados de alimentos, especialmente de azúcar y arroz que, de acuerdo con el BM, podrían tener “efectos inesperados” en los precios de los alimentos en los próximos meses.
A ello se une la todavía inc
ierta situación política en Cercano Oriente y el norte de África que, según el BM, “probablemente mantendrán volátiles los precios del petróleo a corto plazo”.
El reporte trimestral del BM indica que los precios globales de los alimentos permanecieron hasta julio “significativamente más altos”, alrededor de un 33 por ciento, que hace un año. Los alimentos que más subieron de precio fueron el maíz (84 por ciento más alto), azúcar (62 por ciento), harina (55 por ciento) y aceite de soya (47 por ciento).
El precio del petróleo es un 45 por ciento mayor que en julio de 2010, lo que “afecta a los costes de producción y al precio de fertilizantes”, que subieron 67 por ciento en el mismo período, de acuerdo con el informe.
“No hay un colchón” para afrontar la situación, alertó Zoellick. Los precios domésticos de los alimentos siguieron siendo volátiles en los últimos meses. Según el BM, el precio del maíz, por ejemplo, aumentó 100 por ciento en los mercados de Kampala, Mogadishu y Kigali en el último año.
Por el contrario, el del maíz cayó 19 por ciento en capitales como Puerto Príncipe o Ciudad de México. El organismo con sede en Washington resaltó el “notablemente agudo crecimiento” de los precios de alimentos básicos “clave” en Centro y Sudamérica, así como en el este de África.
Este aumento sostenido de los precios de los alimentos también está provocando un alza de la inflación en países como Etiopía o Guatemala, agregó
La situación es especialmente dramática en el Cuerno de África, sobre todo en Somalia, donde los precios de cereales producidos localmente ya superan los niveles récord de la última gran crisis de precios de alimentos mundial, en 2008.
Productos como el sorgo rojo aumentaron un 240 por ciento y el maíz un 154 por ciento en ese país, donde de los 3,7 millones de personas afectadas por la crisis 3,2 millones necesitan ayuda de forma “urgente”, de acuerdo con el reporte.
“En ningún lugar se produce una peor combinación de altos precios de alimentos, pobreza e inestabilidad como en el Cuerno de África”, subrayó Zoellick.
Según indicó, es “vital” mantener la vigilancia a nivel general, en vista de las “incertidumbres y volatilidad” que siguen marcando los mercados de alimentos, especialmente de azúcar y arroz que, de acuerdo con el BM, podrían tener “efectos inesperados” en los precios de los alimentos en los próximos meses.
A ello se une la todavía inc
ierta situación política en Cercano Oriente y el norte de África que, según el BM, “probablemente mantendrán volátiles los precios del petróleo a corto plazo”.
El reporte trimestral del BM indica que los precios globales de los alimentos permanecieron hasta julio “significativamente más altos”, alrededor de un 33 por ciento, que hace un año. Los alimentos que más subieron de precio fueron el maíz (84 por ciento más alto), azúcar (62 por ciento), harina (55 por ciento) y aceite de soya (47 por ciento).
El precio del petróleo es un 45 por ciento mayor que en julio de 2010, lo que “afecta a los costes de producción y al precio de fertilizantes”, que subieron 67 por ciento en el mismo período, de acuerdo con el informe.
“No hay un colchón” para afrontar la situación, alertó Zoellick. Los precios domésticos de los alimentos siguieron siendo volátiles en los últimos meses. Según el BM, el precio del maíz, por ejemplo, aumentó 100 por ciento en los mercados de Kampala, Mogadishu y Kigali en el último año.
Por el contrario, el del maíz cayó 19 por ciento en capitales como Puerto Príncipe o Ciudad de México. El organismo con sede en Washington resaltó el “notablemente agudo crecimiento” de los precios de alimentos básicos “clave” en Centro y Sudamérica, así como en el este de África.
Este aumento sostenido de los precios de los alimentos también está provocando un alza de la inflación en países como Etiopía o Guatemala, agregó
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