Trípoli, 6 may (PL) Libia descalificó reportes periodísticos sobre un supuesto complot de jefes tribales y calificó de piratería financiar a la rebelión armada con fondos congelados al Gobierno, mientras continuó hoy sometida a bombardeos de la OTAN.
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Las autoridades libias reaccionaron con indignación a versiones de prensa relativas a que unos dos mil líderes de 850 tribus bereberes y beduinas del país se unieron el jueves en contra de Muamar el Gadafi, y aseguraron que fue un encuentro para mostrar apoyo y lealtad.
Un portavoz oficial declaró a periodistas que los jefes tribales se reunieron por iniciativa propia para expresar respaldo a El Gadafi, aunque fuentes rebeldes lo negaron y afirmaron se trató de un montaje.
Para el líder tribal Abed Saleh Abu Khamada Al-Maghrebi, las tribus rechazan cualquier injerencia foránea malintencionada para solucionar el conflicto armado.
Al-Maghrebi recordó que "la Jamahiriya vivía en tranquilidad, seguridad y estabilidad. Desde afuera vino la discordia y se destruyó nuestra patria, por ejemplo Ajdabiya (noreste). Nuestros problemas internos pueden ser resueltos internamente".
Por su lado, el vicecanciller libio, Khaled Kaim, denunció en rueda de prensa que "todo uso de los activos congelados es como piratería en alta mar", pues los rebeldes "no son una entidad legal, ni un país".
Kaim agregó que Libia no está dividida en virtud de un referendo o una resolución de la ONU, por lo que "eso (destinar dinero embargado a financiar a la oposición) es ilegal, si permanecemos callados ante esto, pienso que estaremos viviendo en una jungla", acotó.
Los 22 países miembros del llamado Grupo Internacional de Contacto para Libia acordaron ayer en Roma desbloquear al menos 30 mil millones de los 165 mil millones de dólares que se estima fueron congelados al Gobierno para entregarlos al opositor Consejo Nacional de Transición.
El viceministro de Relaciones Exteriores remarcó que poner en manos de los alzados esos valores desestimularía a países ricos a invertir en el exterior por miedo a que su dinero sea incautado y cedido a grupos rebeldes a la primera señal de disturbios internos.
Por otro lado, distintas fuentes refirieron que la aviación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) intensificó desde las últimas horas del jueves los bombardeos sobre esta capital, la occidental ciudad de Misratah y Sirte, tierra natal de El Gadafi.
De hecho, un funcionario gubernamental aseguró que los aviones de la OTAN "rompieron la barrera del sonido" al sobrevolar rasante por la zona donde tenía lugar la referida conferencia de tribus libias con el fin de "atemorizar".
Los insurrectos mantienen el control del oriente del país, con capital en Benghazi, y algunos puntos en el oeste, incluida Misratah y el poblado de Nalut, que el jueves fue atacado por el Ejército regular para tratar de cortar vías de abastecimiento a la insurgencia.
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Las autoridades libias reaccionaron con indignación a versiones de prensa relativas a que unos dos mil líderes de 850 tribus bereberes y beduinas del país se unieron el jueves en contra de Muamar el Gadafi, y aseguraron que fue un encuentro para mostrar apoyo y lealtad.
Un portavoz oficial declaró a periodistas que los jefes tribales se reunieron por iniciativa propia para expresar respaldo a El Gadafi, aunque fuentes rebeldes lo negaron y afirmaron se trató de un montaje.
Para el líder tribal Abed Saleh Abu Khamada Al-Maghrebi, las tribus rechazan cualquier injerencia foránea malintencionada para solucionar el conflicto armado.
Al-Maghrebi recordó que "la Jamahiriya vivía en tranquilidad, seguridad y estabilidad. Desde afuera vino la discordia y se destruyó nuestra patria, por ejemplo Ajdabiya (noreste). Nuestros problemas internos pueden ser resueltos internamente".
Por su lado, el vicecanciller libio, Khaled Kaim, denunció en rueda de prensa que "todo uso de los activos congelados es como piratería en alta mar", pues los rebeldes "no son una entidad legal, ni un país".
Kaim agregó que Libia no está dividida en virtud de un referendo o una resolución de la ONU, por lo que "eso (destinar dinero embargado a financiar a la oposición) es ilegal, si permanecemos callados ante esto, pienso que estaremos viviendo en una jungla", acotó.
Los 22 países miembros del llamado Grupo Internacional de Contacto para Libia acordaron ayer en Roma desbloquear al menos 30 mil millones de los 165 mil millones de dólares que se estima fueron congelados al Gobierno para entregarlos al opositor Consejo Nacional de Transición.
El viceministro de Relaciones Exteriores remarcó que poner en manos de los alzados esos valores desestimularía a países ricos a invertir en el exterior por miedo a que su dinero sea incautado y cedido a grupos rebeldes a la primera señal de disturbios internos.
Por otro lado, distintas fuentes refirieron que la aviación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) intensificó desde las últimas horas del jueves los bombardeos sobre esta capital, la occidental ciudad de Misratah y Sirte, tierra natal de El Gadafi.
De hecho, un funcionario gubernamental aseguró que los aviones de la OTAN "rompieron la barrera del sonido" al sobrevolar rasante por la zona donde tenía lugar la referida conferencia de tribus libias con el fin de "atemorizar".
Los insurrectos mantienen el control del oriente del país, con capital en Benghazi, y algunos puntos en el oeste, incluida Misratah y el poblado de Nalut, que el jueves fue atacado por el Ejército regular para tratar de cortar vías de abastecimiento a la insurgencia.
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