Libia es igual que Túnez o Egipto ?
Michael Collon
Periodista, escritor e historiador belga
En su excelente entrevista publicada por Investi’Action, Mohamed Hassan, profesor de doctrina islámica y especialista de Oriente Medio, planteaba la verdadera cuestión: "Libia ¿revuelta popular, guerra civil o agresión militar?" A la luz de recientes investigaciones es posible responder: las tres cosas. Una revuelta espontánea rápidamente recuperada y transformada en guerra civil (que ya estaba preparada), todo sirviendo de pretexto a una agresión militar. La cual, también, estaba preparada.
Nada en política cae del cielo. Me explico:
En Túnez y en Egipto la revuelta popular creció progresivamente en unas semanas, organizándose poco a poco y unificándose en reivindicaciones claras, lo que permitió echar a los tiranos. Pero cuando analizamos el encadenamiento ultrarrápido de los acontecimientos en Benghazi, uno queda intrigado. El 15 de febrero hubo manifestaciones de parientes de presos políticos de la revuelta del 2006. Manifestación duramente reprimida como ha sido siempre en Libia y en los demás países árabes. Apenas dos días después, otra manifestación, esta vez los manifestantes salen armados y pasan directamente a una escalada contra el régimen de Gaddafi. En dos días nada menos, una revuelta popular se convierte en guerra civil.
¿Totalmente espontánea? Para saberlo hay que examinar lo que se oculta bajo el impreciso vocablo "oposición libia". En mi opinión, cuatro componentes con intereses muy diferentes:
1º Una oposición democrática.
2º Dirigentes de Gaddafi "regresados" del Oeste.
3º Clanes libios descontentos del reparto de las riquezas.
4º Combatientes de tendencia islamista. ¿Quiénes componen esta "oposición libia"?
En toda esta maraña es importante saber de qué estamos hablando. Y sobre todo, qué facción es la aceptada por las grandes potencias...
1º Oposición democrática.
Es legítimo tener reivindicaciones ante el régimen de Gadafi, tan dictatorial y corrompido como los otros regímenes árabes. Un pueblo tiene el derecho de querer sustituir un régimen autoritario por un sistema más democrático. Sin embargo, estas reivindicaciones están hasta hoy poco organizadas y sin programa concreto. Tenemos también, en el extranjero, movimientos revolucionarios libios igualmente dispersos, pero todos opuestos a la injerencia extranjera. Por diversas razones que exponemos más adelante, no son estos elementos democráticos los que tienen mucho que decir hoy bajo la bandera de EE.UU. ni de la de Francia.
2º Dignatarios "regresados".
En Bengazhi, un "gobierno provisional" ha sido instaurado y está dirigido por Mustafá Abud Jalil. Este hombre era, hasta el 21 de febrero, ministro de Justicia de Gaddafi. Dos meses antes, Amnistía lo había puesto en la lista de los más espantosos responsables de violaciones de derechos humanos de África del Norte. Es este individuo el que, según las autoridades búlgaras, había organizado las torturas de enfermeras búlgaras y del médico palestino detenidos durante largo tiempo por el régimen. Otro "hombre fuerte" de esta oposición es el general Abdul Faah Yunis, ex ministro del Interior de Gaddafi y antes jefe de la policía política. Se comprende que Massimo Introvigne, representante de la OSCE (Organización para la seguridad y la cooperación en Europa) para la lucha contra el racismo, la xenofobia y la discriminación, estime que estos personajes "no son los ‘sinceros demócratas’ de los discursos de Obama, sino de los peores instrumentos del régimen de Gaddafi, que aspiran a echar al coronel para tomar su sitio".
3º Clanes descontentos.
Como subrayaba Mohamed Hassan, la estructura de Libia continúa siendo tribal. Durante el periodo colonial, bajo el régimen del rey Idriss, los clanes del Este dominaban y se aprovechaban de las riquezas petroleras. Después de la revolución de 1969, Gaddafi se apoyó en las tribus del Oeste, y el Este se vio desfavorecido. Es lamentable; un poder democrático y justo debe velar por eliminar las discriminaciones entre las regiones. Se puede uno preguntar si las antiguas potencias coloniales no azuzaron a las tribus rebeldes para socavar la unidad del país. No sería la primera vez. Hoy, Francia y EE.UU. apuestan por los clanes del Este para tomar el control del país. Dividir para reinar, un viejo dicho clásico del colonialismo.
4° Elementos de Al-Qaeda.
Cables difundidos por Wikileaks advierten que el Este de Libia era, proporcionalmente, el primer exportador en el mundo de "combatientes–mártires" a Iraq. Informes del Pentágono describen un escenario "alarmante" sobre los rebeldes libios de Bengazhi y Derna. Derna, una ciudad de apenas 80 000 habitantes, sería la fuente principal de yihaidistas en Iraq. Asimismo, Vincent Cannistrar, antiguo jefe de la CIA en Libia, señala entre los rebeldes muchos "extremistas islámicos capaces de crear problemas" y que "las posibilidades [son] muy altas de que los individuos más peligrosos puedan tener una influencia en el caso en que Gaddafi caiga". Evidentemente todo esto se escribía cuando Gaddafi era aún un "amigo". Pero esto muestra la ausencia total de principios en el jefe de EE.UU. y de sus aliados. Cuando Gadafi reprimió la revuelta islamista de Bengazhi en el 2006, lo hizo con las armas y el apoyo de Occidente. Una vez, estamos contra los combatientes tipo Bin Laden, otra vez, los utilizamos. A saber.
Entre estas diversas "oposiciones" ¿cuál prevalecerá? ¿Puede ser este también un objetivo de la intervención militar de Washington, París y Londres: procurar que "los buenos" ganen? Los buenos desde su punto de vista, claro. Más tarde se utilizará la "amenaza islámica" como pretexto para instalarse de forma permanente.
En cualquier caso una cosa es segura: el escenario libio es diferente de los escenarios tunecino o egipcio. Allí era "un pueblo unido contra un tirano". Aquí estamos en una guerra civil, con un Gaddafi que cuenta con el apoyo de una parte de la población. Y en esta guerra civil el papel que han jugado los servicios secretos americanos y franceses ya no es tan secreto...
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