Cerca de dos millones de
estadounidenses fallecidos están aún inscritos para votar en noviembre próximo,
mientras que otros 24 millones de archivos contienen errores o imprecisiones,
según un informe divulgado.
El informe del Centro Pew sobre los Estados detalla en doce páginas los diversos problemas en el sistema de inscripción de votantes en Estados Unidos y destaca la necesidad de modernizarlo para corregir problemas y ahorrar dinero de los contribuyentes.
El análisis, realizado por el instituto independiente RTI Internacional, señaló que poco más de 1,8 millones de estadounidenses ya fallecidos siguen en el registro de votantes, mientras que al menos 51 millones de ciudadanos, o más de una cuarta parte de la población, cumplen los requisitos para votar pero no se han empadronado.
Alrededor de 24 millones de archivos de votantes, o uno de cada ocho, han perdido validez o contienen imprecisiones "significativas", según el informe.
Aproximadamente 2,75 millones de personas están inscritas para votar en más de un estado, mientras que unos 12 millones de archivos tienen direcciones incorrectas, ya sea porque el votante se mudó de domicilio o porque es imposible localizarlos por correo para corregir los formularios.
"La inscripción de votantes es la puerta que abre la participación en la democracia pero estos sistemas anticuados, que funcionan con papel, sufren de errores y deficiencias", dijo en un comunicado David Becker, director del programa Iniciativas Electorales del Centro Pew. "Estos problemas desperdician el dinero de los contribuyentes, minan la confianza de los votantes y alimentan las pugnas partidistas sobre la integridad de nuestras elecciones", agregó.
El informe señaló que en 2008, por ejemplo, el estado de Oregón y las autoridades locales gastaron 4,11 dólares por cada votante para procesar su registro electoral. A manera de contraste, Canadá, que utiliza tecnología puntera común en el sector privado, invierte menos de 35 centavos por votante para ese mismo proceso.
Aunque según los investigadores no hay suficientes pruebas de que estos problemas hayan conducido a un amplio fraude en los registros, el informe sí suscita preocupaciones sobre la vulnerabilidad de los archivos electorales.
Una de las quejas del informe es que el registro de electores en EE. UU. refleja, principalmente, sus orígenes del siglo XIX y no se ha adaptado a los avances de la tecnología y de la extensa movilidad de los estadounidenses. En ese sentido, el Centro Pew dijo que las localidades estadounidenses que han puesto en marcha mejoras en sus registros electorales ya empiezan a ver buenos resultados. El condado de Maricopa, en Arizona, ahorró más de un millón de dólares en un plazo de cinco años al permitir el registro en Internet, con lo que redujo así la dependencia en formularios de papel y registro manual de datos.
El informe del Centro Pew sobre los Estados detalla en doce páginas los diversos problemas en el sistema de inscripción de votantes en Estados Unidos y destaca la necesidad de modernizarlo para corregir problemas y ahorrar dinero de los contribuyentes.
El análisis, realizado por el instituto independiente RTI Internacional, señaló que poco más de 1,8 millones de estadounidenses ya fallecidos siguen en el registro de votantes, mientras que al menos 51 millones de ciudadanos, o más de una cuarta parte de la población, cumplen los requisitos para votar pero no se han empadronado.
Alrededor de 24 millones de archivos de votantes, o uno de cada ocho, han perdido validez o contienen imprecisiones "significativas", según el informe.
Aproximadamente 2,75 millones de personas están inscritas para votar en más de un estado, mientras que unos 12 millones de archivos tienen direcciones incorrectas, ya sea porque el votante se mudó de domicilio o porque es imposible localizarlos por correo para corregir los formularios.
"La inscripción de votantes es la puerta que abre la participación en la democracia pero estos sistemas anticuados, que funcionan con papel, sufren de errores y deficiencias", dijo en un comunicado David Becker, director del programa Iniciativas Electorales del Centro Pew. "Estos problemas desperdician el dinero de los contribuyentes, minan la confianza de los votantes y alimentan las pugnas partidistas sobre la integridad de nuestras elecciones", agregó.
El informe señaló que en 2008, por ejemplo, el estado de Oregón y las autoridades locales gastaron 4,11 dólares por cada votante para procesar su registro electoral. A manera de contraste, Canadá, que utiliza tecnología puntera común en el sector privado, invierte menos de 35 centavos por votante para ese mismo proceso.
Aunque según los investigadores no hay suficientes pruebas de que estos problemas hayan conducido a un amplio fraude en los registros, el informe sí suscita preocupaciones sobre la vulnerabilidad de los archivos electorales.
Una de las quejas del informe es que el registro de electores en EE. UU. refleja, principalmente, sus orígenes del siglo XIX y no se ha adaptado a los avances de la tecnología y de la extensa movilidad de los estadounidenses. En ese sentido, el Centro Pew dijo que las localidades estadounidenses que han puesto en marcha mejoras en sus registros electorales ya empiezan a ver buenos resultados. El condado de Maricopa, en Arizona, ahorró más de un millón de dólares en un plazo de cinco años al permitir el registro en Internet, con lo que redujo así la dependencia en formularios de papel y registro manual de datos.
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