Un ataque aéreo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) causó la muerte a ocho civiles afganos, entre ellos seis niños, en la provincia oriental de Kapisa, comunicaron hoy medios informativos nacionales.
De acuerdo con la agencia afgana de noticias Khaama Press, los aviones dispararon misiles y fuego de ametralladoras contra el distrito de Nejrab, donde varios habitantes perdieron la vida mientras alimentaban a sus animales en la región montañosa de Giawa.
Sin embargo, la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF), bajo el comando de la OTAN, permanece sin emitir información al respecto, y las autoridades provinciales anunciaron una investigación sobre el incidente.
Según un informe de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para el Afganistán (UNAMA), en total tres mil 21 civiles perecieron en el 2011, un ocho por ciento más que en 2010.
Esa cifra representa también un aumentó por quinto año consecutivo, récord desde la invasión del territorio por Estados Unidos y Reino Unido en octubre del 2001.
Además, se registró el incremento del número de muertos como resultado de las acciones de las tropas de Estados Unidos y la ISAF y que los ataques aéreos constituyen la táctica más mortífera (…).
El jefe de la UNAMA, Jan Kubics, y el alto comisionado para los Derechos Humanos, Navanethem Pillay, expresaron su gran preocupación con motivo del incrementó consecutivo del número de las víctimas entre los civiles.
En iguales términos se pronunció el emisario de la cancillería rusa, Konstantin Dolgov, quien instó a “los contingentes internacionales en Afganistán a dar inmediatamente pasos adicionales eficientes en la observación de los derechos humanos y las normas humanitarias en el marco del cumplimiento del mandato recibido del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
De acuerdo con la agencia afgana de noticias Khaama Press, los aviones dispararon misiles y fuego de ametralladoras contra el distrito de Nejrab, donde varios habitantes perdieron la vida mientras alimentaban a sus animales en la región montañosa de Giawa.
Sin embargo, la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF), bajo el comando de la OTAN, permanece sin emitir información al respecto, y las autoridades provinciales anunciaron una investigación sobre el incidente.
Según un informe de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para el Afganistán (UNAMA), en total tres mil 21 civiles perecieron en el 2011, un ocho por ciento más que en 2010.
Esa cifra representa también un aumentó por quinto año consecutivo, récord desde la invasión del territorio por Estados Unidos y Reino Unido en octubre del 2001.
Además, se registró el incremento del número de muertos como resultado de las acciones de las tropas de Estados Unidos y la ISAF y que los ataques aéreos constituyen la táctica más mortífera (…).
El jefe de la UNAMA, Jan Kubics, y el alto comisionado para los Derechos Humanos, Navanethem Pillay, expresaron su gran preocupación con motivo del incrementó consecutivo del número de las víctimas entre los civiles.
En iguales términos se pronunció el emisario de la cancillería rusa, Konstantin Dolgov, quien instó a “los contingentes internacionales en Afganistán a dar inmediatamente pasos adicionales eficientes en la observación de los derechos humanos y las normas humanitarias en el marco del cumplimiento del mandato recibido del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
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