Cáncer inducido, ¿un arma de la CIA? ( + Video)
.Percy Francisco Alvarado Godoy
Chávez tiene la razón |
Las operaciones secretas de la CIA
mantienen una dirección permanente e invariable, orientadas lo mismo contra
personalidades políticas específicas que desafían el hegemonismo imperial
norteamericano, a los que se trata de eliminar físicamente, así como contra
naciones enteras que sufren las criminales consecuencias de guerras
prefabricadas, agresiones biológicas, campañas sostenidas de ataques mediáticos,
amenazas, invasiones y el aislamiento total mediante bloqueos y embargos
injustificados.
Este criminal accionar de la CIA fue puesto al descubierto por la Asociación para el Disenso Responsable, la que estimó que, ya en 1987, seis millones de personas habían sido asesinadas como resultado de las operaciones encubiertas de la CIA. Hoy, al culminar el 2011, esa cifra ha crecido enormemente.
Este criminal accionar de la CIA fue puesto al descubierto por la Asociación para el Disenso Responsable, la que estimó que, ya en 1987, seis millones de personas habían sido asesinadas como resultado de las operaciones encubiertas de la CIA. Hoy, al culminar el 2011, esa cifra ha crecido enormemente.
CHAVEZ TIENE LA RAZÓN
El presidente Hugo Chávez destapó ayer (el autor se refiere al dia 28 de diciembre del 2011)
la Caja de Pandora al exponer su sospecha sobre el inusual padecimiento de
cáncer por parte de varios mandatarios y personalidades progresistas
latinoamericanos en los últimos meses, entre los que se destacan su propia
persona, la presidenta argentina Cristina Fernández, el mandatario paraguayo
Fernando Lugo, la presidenta brasileña Dilma Rousseff, el ex presidente
brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, entre otros.
"Es muy difícil explicar a estas
alturas ya con la ley de las probabilidades, por ejemplo, lo que nos ha estado
aconteciendo a algunos de nosotros (líderes) en América Latina", dijo Chávez, apuntando sus sospechas
hacia Washington y, particularmente, a la CIA.
Chávez reconoció las sospechas de
Fidel sobre este inusual fenómeno, las que no dejan de carecer de lógica, sobre
todo si parten de quien ha sido objetivo de más de 600 planes de atentado,
incluso intentado usar armas biológicas y venenos, durante uno de sus encuentros
con él, cuando el Comandante le manifestó con suspicacia: “Chávez, ten cuidado... mira, cuidado esta
gente ha desarrollado tecnologías... cuidado con lo que te dan de comer. Cuidado
con una pequeña aguja y te inyectan no se qué”.
Por supuesto, ni Fidel ni Chávez se
equivocan si se tienen en cuenta algunos elementos y antecedentes esenciales
para fundamentar tal acusación, involucrando en la tangible amenaza a la CIA y a
las autoridades norteamericanas.
Conejillos de indias de la CIA y el Pentágono |
Varios laboratorios de la CIA y del
Departamento de Defensa de los Estados Unidos dedican desde hace décadas
cuantiosos recursos al bioterrorismo y, particularmente, en la búsqueda de
inoculación de enfermedades como el cáncer, así como otros tipos de virus o
bacterias, capaces de infligir daño masivo sobre personas específicas, fuerzas
militares y ciudadanos comunes, violando las prohibiciones establecidas por las
Naciones Unidas.
La guerra biológica o bacteriológica, concebida como un arma de
alta efectividad, se implementa mediante el diseño de bombas y otros tipos de
agentes de esparcimiento de las enfermedades. De esos laboratorios han salido
el napalm, el agente naranja, la cepa del ántrax, la gripe AH1N1, la gripe
porcina, así como otros virus letales como el VIH y el ébola.
En el caso particular del cáncer se
conoce que, desde 1975, se ha empleado el Fuerte Detrick como instalación donde
radica una sección especial dentro del Departamento Virus del Centro para la
Investigación de Guerra Biológica, conocida como "Instalaciones Fredrick para
la Investigación del Cáncer", bajo supervisión del Departamento de Defensa, de
la CIA y del Instituto Nacional del Cáncer.
Las investigaciones ultra secretas están encaminadas a desarrollar un programa especial de virus del cáncer, sumamente agresivo y letal, para el que existe inmunidad y fue identificado como Virus Humano de la célula T de Leucemia (HTLV). La insistencia de estos laboratorios de lograr los mecanismos para elaborar artificialmente células malignas o cancerígenas, sumamente invasivas y capaces de propagarse en el organismo desarrollando una metástasis incontenible, se ha mantenido a lo largo de más de cuatro décadas.
De acuerdo con estos proyectos, las enfermedades cancerígenas serían capaces de inhibir cualquier defensa ante su ataque al organismo humano, diseminándose a través de la sangre o de la linfa, luego de ser inoculadas en el mismo mediante diversas vías.
Las investigaciones ultra secretas están encaminadas a desarrollar un programa especial de virus del cáncer, sumamente agresivo y letal, para el que existe inmunidad y fue identificado como Virus Humano de la célula T de Leucemia (HTLV). La insistencia de estos laboratorios de lograr los mecanismos para elaborar artificialmente células malignas o cancerígenas, sumamente invasivas y capaces de propagarse en el organismo desarrollando una metástasis incontenible, se ha mantenido a lo largo de más de cuatro décadas.
De acuerdo con estos proyectos, las enfermedades cancerígenas serían capaces de inhibir cualquier defensa ante su ataque al organismo humano, diseminándose a través de la sangre o de la linfa, luego de ser inoculadas en el mismo mediante diversas vías.
Laboratorios de la CIA y el Pentágono |
La alteración del material genético de
las células humanas que provoca el cáncer por vía artificial en estos
laboratorios, son la premisa básica de esta arma desarrollada con la venía del
gobierno norteamericano. Para ello se elaboran células madres o stem cells,
mediante mutaciones monitoreadas y preconcebidas, convirtiéndolas en un fenotipo
maligno más heterogéneo de rápido desarrollo.
Otro elemento sobre el desarrollo de
la guerra biológica por parte del gobierno norteamericano, particularmente
relacionado con el cáncer, lo es el testimonio grabado del Dr. Maurice Hilleman,
prestigioso investigador en vacunas de los Laboratorios Merck, donde admite que
sus laboratorios produjeron vacunas contaminadas con leucemia y virus de cáncer
en la década de los setenta, las que fueron administradas deliberadamente a
ciudadanos soviéticos.
Este hecho macabro salió a la luz gracias al Dr. Len Horowitz, investigador de la guerra biológica de la CIA, quien lo plasmó en su documental In Lies We Trust: The CIA, Hollywood, and Bioterrorism, estrenado el año 2007.
Este hecho macabro salió a la luz gracias al Dr. Len Horowitz, investigador de la guerra biológica de la CIA, quien lo plasmó en su documental In Lies We Trust: The CIA, Hollywood, and Bioterrorism, estrenado el año 2007.
La CIA ha perfeccionado sus métodos
para asesinar, particularmente induciendo el cáncer en determinadas personas. Ha
dejado atrás, por citar un ejemplo, el método empleado contra Jack Leon Ruby,
mafioso que asesinó al presunto homicida del presidente John F. Kennedy, y quien
muriera en prisión, supuestamente por un cáncer, el 3 de enero de 1967. En
realidad, Ruby murió a causa de una intoxicación con Talio, la que le produjo un
deterioro acelerado de su salud y su muerte en poco tiempo.
Los síntomas que presentó luego de ingerir el Talio, arma química letal, soluble en agua, incoloro y prácticamente inodoro e insípido, capaz de ser colocado en los alimentos de la víctima sin ser detectado, fueron similares a una reacción invasiva de células cancerosas: fiebre alta, caída del cabello, insuficiencia cardiaca o respiratoria, desplome del sistema nervioso, dolores musculares, parálisis o inmovilidad en determinadas zonas corporales y una muerte dolorosa.
Los síntomas que presentó luego de ingerir el Talio, arma química letal, soluble en agua, incoloro y prácticamente inodoro e insípido, capaz de ser colocado en los alimentos de la víctima sin ser detectado, fueron similares a una reacción invasiva de células cancerosas: fiebre alta, caída del cabello, insuficiencia cardiaca o respiratoria, desplome del sistema nervioso, dolores musculares, parálisis o inmovilidad en determinadas zonas corporales y una muerte dolorosa.
Las administraciones norteamericanas
han cuidado celosamente sus programas súper secretos de guerra biológica, al
extremo de que, según un informe elaborado por el escritor Steve Quayle para
Free Press International, en marzo del 2006, sugirió que cerca de 40
microbiólogos murieron sospechosamente entre el 2002 y ese año. En todos los
casos, no se han encontrado culpables de las muertes, sospechosos suicidios o
accidentes llenos de interrogantes.
Washington reaccionó escueta y
cínicamente a las declaraciones de Hugo Chávez, tildando de “horrendos y
reprensibles”, los supuestos de que EE UU esté involucrado en las enfermedades
cancerígenas de los mandatarios latinoamericanos, a través de Victoria Nuland,
portavoz del Departamento de Estado.
LA GUERRA BIOLOGICA DE LA CIA Y EL
PENTÁGONO
La CIA y otras agencias del gobierno
norteamericano tienen amplia experiencia en bioterrorismo y guerra
bacteriológica. De acuerdo con informaciones aparecidas en varios sitios web, el
gobierno de los Estados Unidos ha desarrollado múltiples proyectos secretos de
guerra biológica, entre los que han sobresalido:
El dinero vence a la Ciencia |
1947- La CIA comenzó a estudiar el
Acido Lisérgico (LSD) para emplearlo como arma biológica contra seres humanos.
En 1960, el Equipo Asistente Principal de la Inteligencia del Ejercito (ACSI),
autorizó el empleo del LSD en Europa y en el Lejano Oriente, para evaluar las
reacciones en humanos. Ambos proyectos fueron codificados como Tercera
Oportunidad y Sombrero de Hongo, respectivamente.
1953- La CIA inició el Proyecto MK
ULTRA, el cual se extendió durante once años de investigación, siendo concebido
para producir y probar drogas y microorganismos para controlar la mente y
modificar la conducta de los seres humanos, sin el consentimiento de los mismos.
1965- La CIA y del Departamento de
Defensa comenzaron el Proyecto MK SEARCH, con el fin de manipular la conducta
humana a través del uso de drogas psicodélicas.
1966- La CIA inició el Proyecto MK
OFTEN, dirigido a probar los efectos toxicológicos de ciertas drogas en los
humanos y los animales.
1966- El Pentágono hizo quebrar varias
ampollas con la bacteria Bacillus Subtilis en las rejas de ventilación del metro
de Nueva York, exponiendo a más de un millón de civiles de forma deliberada.
1967- La CIA y el Departamento de
Defensa implementaron el Proyecto MK NAOMI, sucesor del MK ULTRA, diseñado para
mantener, reservar y probar las armas biológicas y químicas.
1970- La División de Operaciones
Especiales en el Fuerte Detrick, desarrolló técnicas de biología molecular para
producir retrovirus. (VIH).
1970- La CIA y el Pentágono
desarrollaron "armas étnicas", diseñadas para eliminar grupos étnicos
específicos, susceptibles por sus diferencias genéticas y las variaciones en el
ADN.
1977- Audiencias del Senado, en la
Comisión Investigación Científica y de Salud, confirmaron la contaminación
deliberada por parte del Pentágono y la CIA de 239 poblaciones con agentes
biológicos, entre 1949 y 1969, fundamentalmente en San Francisco, Washington,
D.C., Centro-Oeste de EE.UU., Ciudad de Panamá, Minneapolis y St.
Louis.
1987- El Departamento de Defensa
admitió la investigación y el desarrollo de agentes biológicos en 127
laboratorios y universidades alrededor de EE UU.
1990- Aplicación en Los Ángeles a más
de 1500 bebes negros e hispanos, de seis meses de edad, de una vacuna
"experimental" del sarampión, no autorizada por la CDC.
1994- Se descubrió, mediante una
técnica llamada "rastreador de genes", por parte del Dr. Garth Nicolson,
científico del Centro del Cáncer MD Anderson de Houston, que los soldados la
Tormenta del Desierto fueron infectados con una cadena alterada de Micoplasma
Incognitus, una bacteria normalmente utilizada en la producción de armas
biológicas, la cual contiene un 40 por ciento de la proteína del virus del SIDA.
Luego, en 1996, se admitiría que cerca de 20 000 soldados fueron
afectados.
1995- El Gobierno americano admitió
que había ofrecido a los criminales de guerra y científicos japoneses sueldos e
inmunidad de prosecución a cambio de los datos de sus investigaciones sobre
guerra biológica.
1995- El Dr. Garth Nicolson reveló
evidencia de que los agentes biológicos usados durante la Guerra del Golfo
habían sido manufacturados en Houston, (Texas) y Boca Ratón, (Florida) y
probados en prisioneros en el Departamento Correccional de Texas.
1996- El Departamento de Defensa
admitió que soldados de la Tormenta de Desierto fueron expuestos a agentes
químicos, lo que condujo a que 88 miembros del Congreso firmaran una carta, un
año después, exigiendo una investigación sobre el uso de armas biológicas la
Guerra del Golfo.
AGRESIONES BIOLOGICAS CONTRA
CUBA
La Operación Mangosta de la CIA había
concebido en su tarea número 33, luego del fracaso de Playa Girón, el uso
criminal de la guerra biológica contra Cuba, estrenada con la introducción del
virus patógeno New Castle.
Años después, en 1978, la CIA
introdujo en la Isla la epifitia Roya de la Caña, afectando las áreas cañeras
del país.
La CIA también introdujo la Fiebre
Porcina Africana, aparecida inicialmente en 1971 y que obligó a sacrificar más
de 700 cerdos, y que reapareció entre 1979 y 1980. En el caso del Moho Azul del
tabaco, introducido a Cuba dentro de la tela de tapado de los cultivos
importados de Estados Unidos, destruyendo más del 85% de las plantaciones de esa
planta.
La consecuencia fue que Cuba no pudo exportar uno de sus principales reglones.
La consecuencia fue que Cuba no pudo exportar uno de sus principales reglones.
La acción más condenable de la guerra
biológica contra Cuba fue la introducción del virus del Dengue Hemorrágico en
1981, ocasionando la muerte a 158 cubanos, de ellos 61 niños.
Ese mismo año, la CIA introdujo el virus de la Conjuntivitis Hemorrágica y, poco después, la Seudodermatosis Nodular Bovina, cuyo agente etiológico fue aislado en el laboratorio de Camp Ferry, en New York.
Ese mismo año, la CIA introdujo el virus de la Conjuntivitis Hemorrágica y, poco después, la Seudodermatosis Nodular Bovina, cuyo agente etiológico fue aislado en el laboratorio de Camp Ferry, en New York.
Niños cubanos víctimas de la CIA |
Cuba también fue agredida con la
epifitia exótica Sigatoca Negra, con afectación en la masa ganadera y, en 1994,
la CIA introdujo la exótica Hemorragia Viral del conejo. Dos años después, en
1996, nuevamente la Agencia la Varroasis y el Thrips Palmi, afectando a la
actividad de obtención de miel de abeja, en el primer caso, y a las
producciones de frijol, la papa, pimiento y otros cultivos, en el segundo
caso.
CONCLUSIONES
Poco hay que comentar sobre las
aseveraciones del Comandante Hugo Chávez sobre lo sospechoso del padecimiento
cancerígeno en varios mandatarios y personalidades latinoamericanas y a su
sospecha de que EE UU pudiera ser el responsable.
La señora Victoria Nuland, portavoz
del Departamento de Estado, funcionaria de bajo rango de la administración
Obama, apenas si pudo usar argumentos para desmentir esa posibilidad. La CIA y
el Pentágono, mientras tanto, conocen la verdad.
Quien asesinó niños inocentes mediante
la introducción del Dengue Hemorrágico en Cuba, carece de escrúpulos y de
piedad. Sin lugar a dudas, algún día esta sospecha se convertirá en verdad, para
vergüenza de Estados Unidos y sus gobernantes.
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