A la mente me viene aquello de “No quieres caldo, pues tres tazas”, ya que estoy disfrutando muchísimo lo que ha estado sucediendo en casi todas las ciudades importantes del país que, años atrás, los cubanos llamábamos la Madre Patria.
Miles de ciudadanos han salido a protestar, gritando consignas contra el sistema imperante. ¿En las calles cubanas, como querían la prensa y los políticos españoles? No señor. Han salido en las calles españolas. La prensa y los políticos querían que esas manifestaciones de miles de ciudadanos gritando en contra de las autoridades fueran en La Habana o Santiago de Cuba, pero han sido en Madrid y Santiago de Compostela.
En la famosa Puerta del Sol madrileño gritan los manifestantes: “No pasarán, ni nos moverán” y “España, escucha, esta es nuestra lucha”. El domingo pasado, solamente en Madrid, se llevaron 19 detenidos en los disturbios que se produjeron y aunque todos aparentemente ya están en libertad, se tendrán que presentar en las cortes para responder los cargos que la policía les ha puesto por resistencia a la autoridad. ¿Qué les parece? Pues sí, resistencia a la autoridad. ¿No es eso lo que hacen en Cuba algunos disidentes cuando después de alterar el orden público son arrestados cortésmente por la policía? Siempre que eso sucede en la isla, tanto en Madrid como en Miami se forma un gran revuelo por parte de la prensa. Los grandes medios españoles, haciéndose los santurrones, acusan sin ninguna prueba al gobierno cubano de estar violando los derechos humanos de los supuestamente detenidos y exigen que se pongan inmediatamente en libertad.
Hay veces que empiezan una campaña de desprestigio contra Cuba cuando ya el detenido está en su casa viendo tranquilamente la televisión.
Los que están protestando en las calles españolas, lo hacen contra la falta de empleos, por mejoras en la educación y también en el sistema de salud pública. Son los que no han sido culpables de la crisis en que está sumida España en estos momentos con más del 20% de desempleo.
Los culpables están muy bien. Son los poderosos y multimillonarios que han hundido al país en el desamparo, la falta de esperanza y la desesperación económica, al implantar un modelo neoliberal salvaje, y a quienes les importa tres pepinos el destino de los más humildes de la sociedad. De más está decir que ese es el sistema que quieren que se implante en Cuba.
Era de esperar que en España estallara un movimiento popular similar a los que han ocurrido en Francia, Italia, Grecia, etc. Los jóvenes han cogido la bandera y han salido a protestar. Pero me temo que nada va a pasar. Las protestas, poco a poco disminuirán y el sistema continuará. No es nada fácil que los que tienen todas las riendas del poder en sus manos las vayan a soltar. Seguirán hablando del valor que tiene la democracia representativa, la que al final no representa a nadie, la economía de mercado, que sirve para que los ricos se vuelvan más ricos y los pobres pasen más trabajo para subsistir y el pluripartidismo, que solo sirve para alternar en el poder a los mismos. El gobierno español utilizará lo que tenga que utilizar para defender el sistema imperante. Si hay que repartir palos, pues repartirán palos y si la cosa se agrava y en vez de palos hay que repartir balas, pues balas repartirán. Ellos quieren y exigen que otros sistemas sean cambiados, pero se aferran al suyo.
En la Puerta del Sol o en Atocha, miles de jóvenes quieren cambios. En la Moncloa y en el Congreso de los diputados, los políticos dicen que el único cambio que habrá será el cambio de batuta que, por un tiempo, estará en manos del PSOE y otro tiempo en las del PP que, en definitiva, son las dos caras de una misma moneda, ya que ninguno de los dos va a cambiar el sistema imperante. Ambos defienden el mismo objetivo y tienen las mismas metas. Es el sistema de partido único disfrazado de pluripartidista.
Es igual que la tan cacareada libertad de prensa, que no es más que libertad de los dueños de los grandes medios para cuidar y conservar el status quo, para publicar lo que les venga en gana, siempre que esto no vaya en contra de sus intereses. En definitiva, España tiene todo lo que piden que se implante en Cuba. La pregunta es: si todo eso es tan bondadoso, ¿por qué esta el pueblo en las calles protestando? Como dice mi amigo, el periodista cubano Reinaldo Taladrid, “saque Ud. sus propias conclusiones”.
1 comentario:
Excelente nota!!muy buenos puntos de vista
Una de las pancartas de los manifestantes tenía la síntesis de lo que pasa: El problema es el sistema
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