viernes, 5 de agosto de 2011

La Policía carga contra un grupo de 'indignados' frente la sede del Ministerio del Interior

Hay al menos 20 heridos en total en los sucesos de este jueves. Siete de estos heridos serían policías y otros 13 manifestantes. El número de detenidos asciende a 3, según los propios 'indignados'. Dos centenares de 'indignados' intentaron 'colarse' en la Puerta del Sol. La Policía antidisturbios mantuvo acordonadas las entradas con vallas. La Policía impidió el acceso a la Puerta del Sol por segundo día consecutivo.
Cerca de un millar de indignados que se concentraban frente a la sede en Madrid del ministerio del Interior fueron disueltos a la fuerza por la policía este jueves por la noche. Los manifestantes llegaron al ministerio procedentes de la marcha que desde Gran Vía vienen secundando tras no poder acceder al interior de la Puerta del Sol.

Más de veinte furgonetas de la Unidad de Intervención Policial aparecieron cuando los congregados se acercaron al edificio para colocar un cartel que rezaba "Islandia es el ejemplo". Según informaron fuentes de Emergencias Madrid a 20minutos.es se produjeron en total 20 heridos, todos ellos leves, con contusiones y brechas, de los cuales 7 son policías. En total, 4 de esos 20 heridos fueron trasladados al hospital.
Uno de los heridos en la carga, que se identificó como Luís, relató en declaraciones a los periodistas mientras estaba siendo atendido, que recibió un golpe en la cabeza con una porra. Fuentes de comunicación del movimiento 15-M aseguraron que la carga policial fue "violenta e injustificada", ya que no hubo ningún tipo de provocación por parte de los manifestantes. Según se lee en la cuenta de Twitter de @acampadasol, 3 fue el número de personas detenidas.
Además, a través del mismo medio han informado de que este viernes, a las 12 horas, en la plaza de Tirso de Molina, la comisión de Legal ofrecerá una rueda de prensa para informar del balance de heridos y de las causas de la intervención policial. Sobre las 2 de la mañana, un grupo de indignados seguía debatiendo en asamblea en la plaza de Jacinto Benavente qué hacer en caso de una nueva carga policial en el futuro y sobre los pasos a seguir este viernes.

Desde por la mañana

Antes de la carga de esta noche, el día había transcurrido con calma. Durante buena parte de la jornada, un centenar de indignados mantuvo en jaque a las Fuerzas de Seguridad, que ha tenido colapsada la Puerta del Sol con cierres de metro incluidos para evitar que acampasen nuevamente estos jóvenes, quienes se pasaron el día intentando entrar en la plaza y cortando el tráfico en la Gran Vía.
Algunos comercios de Sol cerraron las verjas y persianas para prevenir posibles daños
El movimiento de protesta 15-M, que pide "democracia real" y un cambio político y social en España, reanudó esta mañana sus acciones callejeras con varios intentos infructuosos por retomar la plaza del "kilómetro cero" que, por tercer día consecutivo, sigue bajo custodia férrea de la policía.

Ante las críticas de los comerciantes, los turistas y el resto de ciudadanos que no podían ni visitar el área ni cruzar por ella, los manifestantes, muchos de ellos vestidos con atuendo alternativo, tatuajes, piercing y rastas, ieyeron reiteradas veces el artículo 139 de la Constitución que reza que ninguna autoridad podrá impedir la libre circulación de personas por el territorio español.
El Cuerpo Nacional de Policía arrestó asímismo a tres personas por estas movilizaciones: dos durante la madrugada, una por causar daños en un vehículo y otro por amenazar a los agentes; y una tercera durante el día, como presunto autor de un delito de atentado a un agente de la autoridad.

El juego del gato y el ratón

La tarde-noche en la Puerta del Sol transcurrió con total calma y normalidad hasta que llegó la carga policial. La plaza, apenas ocupada por policías y personal de limpieza, estuvo totalmente cercada y cerrada al público.
En las calles aledañas como Preciados, grupos de indignados -que podrían sumar unas 1.000 personas- se confudían con las centenares de personas que recorren la calle como turistas o compradores. Estos indignados, llegado un momento, decidieron improvisar asambleas para decidir sus próximos pasos.
Pese a todo, los indignados no se dieron por vencidos y trataron de acceder a la plaza -que como en días anteriores teníala estación de Metro y Cercanías cerrada- por callejuelas como la pequeña calle del Correo, lo que obligó a los agentes a correr de un lado a otro, como si se tratara del juego del gato y el ratón. "¡Oye, por aquí también hay que cortar!", gritó en un momento uno de los antidisturbios a sus compañeros.
Posteriormente, a última hora de la tarde, un grupo de ellos comenzó a caminar por la calle Gran Vía en dirección a Cibeles. Una vez allí tomaron rumbo a la sede del Ministerio de Interior, en el paseo de la Castellana, donde tuvieron lugar los sucesos arriba relatados.

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