Más de 13 mil niños mauritanos padecen de "malnutrición severa" y es necesaria la intervención de la comunidad internacional, advirtió hoy la ONG española Acción Contra el Hambre (ACH).
Esos niños "corren el riesgo de morir si no se toman medidas urgentes", según Alicia García, responsable de comunicación de ese organismo, quien concluyó una misión de seis días en las regiones sureñas de Gorgol y Guidimaja.
La malnutrición afecta en esos lugares a más de un 15 por ciento de la población, sobre todo entre niños menores de cinco años que están en "situación de urgencia", según criterios de la Organización Mundial de la Salud. Unos 700 mil mauritanos padecen de "inseguridad alimentaria" y la cifra alcanzará el millón en el venidero junio, si las medidas de ayuda no se toman a tiempo, alertó la funcionaria de la ACH.
Las producciones agrícola y ganadera, esta última a causa de la falta de pastos, se vieron gravemente afectadas por la sequía, lo que, unido a malas cosechas anteriores y las altas tarifas del ganado, encarecieron los precios. "En muchos de los pueblos que hemos visitado, la vulnerabilidad es extrema y los habitantes comen una vez al día", describe García.
El futuro inmediato depende en gran medida de la próxima temporada de lluvias, pero en cualquier caso las primeras cosechas no se recolectarán antes de septiembre o de octubre del presente año. La ACH trabaja desde 2006 en las regiones de Gorgol y Guidimakha, donde apoya a cooperativas de mujeres en actividades como horticultura, así como cuidados dietéticos y de higiene con niños malnutridos.
El organismo humanitario español solicitó ayuda externa para aliviar esas secuelas de una de las peores sequías en varias décadas del país, habitado por unos tres millones de habitantes. "Le pido al gran Dios que me lo salve, es mi único hijo" Más de un centenar de madres hacen cola en el patio del centro nutricional donde el personal de Acción Contra el Hambre comienza a analizar a cada niño para comprobar cuantos han caído ya en las garras del hambre El 15% de los niños de Guidimake, la región más pobre de Mauritania, ya han caído en la desnutrición y eso se refleja en sus rostros. "El niño estaba cada vez más delgado, siempre con diarreas, no comía bien, por eso pensé que estaba enfermo...ahora me han dicho que esto se llama desnutrición y que se pondrá bien con un tratamiento. Le pido al gran Dios que se salve, es mi único hijo, los cuatro que tuve antes murieron en el parto", explica Kay Sy, la madre del pequeño Ifra Abdolaye, que con 16 meses pesa menos de 7 kilos.
El pequeño está extremadamente delgado, es un caso de desnutrición severa aguda de tipo marasmo, con la cara tan delgada y arrugada que aparenta ser un viejo. Tan solo en los últimos días se han detectando cuatro casos severos, más del doble de lo normal en esta época según el nutricionista Amadou Bam responsable de la zona. "Tenemos ya 46 niños desnutridos moderados, esperamos un pico muy elevado de aquí a un mes, sobre todo en mayo.
Cada vez hay más casos, sólo ayer hemos detectado a cuatro niños más. La situación es ya alarmante, muy preocupante porque los casos de malnutrición moderada también aumentan cada día. De aquí a junio esperamos un aumento muy grande de niños desnutridos?
Un elemento clave para entender como los niños de entre 6 y 20 meses suelen caer en la desnutrición en la zona es que las madres dejan de darles el pecho muy pronto porque enseguida quedan embarazadas del siguiente hijo y dejan de dar el pecho. En este poblado la ONG ha tenido que ayudar con alimentos y dinero a muchas mujeres.
La tierra resquebrajada que rodea este poblado de Arr, las grietas largas y profundas que se extienden por todas partes sobre el terreno son, según los agricultores, la prueba de que están ante uno de los peores años. Yibril, de 62 años, asegura que no había visto nada parecido desde 1969. Explica que no tienen pastos para los animales, que muchas vacas y cabras están muriendo y que por la falta de cereales la mayoría de las familias de su pueblo Sammar han pasado de comer tres veces al día a sólo una para intentar conservar al máximo las pocas reservas de alimentos que les quedan.
Es la convivencia diaria con unas condiciones extremas, la sequía crónica del Sahel es este año aún más cruel.
Ocho países de la región luchan a contrarreloj contra la crisis alimentaria más preocupante de los últimos años. Acción Contra el Hambre insiste en alertar de que si no se actúa a tiempo ya no solo estarán en peligro los 700.000 mauritanos que a día de hoy no tienen acceso a la suficiente cantidad de alimentos para comer cada día sino que esa cifra podría superar el millón de personas, un tercio de la población, si no llega ayuda de manera inmediata.
Esos niños "corren el riesgo de morir si no se toman medidas urgentes", según Alicia García, responsable de comunicación de ese organismo, quien concluyó una misión de seis días en las regiones sureñas de Gorgol y Guidimaja.
La malnutrición afecta en esos lugares a más de un 15 por ciento de la población, sobre todo entre niños menores de cinco años que están en "situación de urgencia", según criterios de la Organización Mundial de la Salud. Unos 700 mil mauritanos padecen de "inseguridad alimentaria" y la cifra alcanzará el millón en el venidero junio, si las medidas de ayuda no se toman a tiempo, alertó la funcionaria de la ACH.
Las producciones agrícola y ganadera, esta última a causa de la falta de pastos, se vieron gravemente afectadas por la sequía, lo que, unido a malas cosechas anteriores y las altas tarifas del ganado, encarecieron los precios. "En muchos de los pueblos que hemos visitado, la vulnerabilidad es extrema y los habitantes comen una vez al día", describe García.
El futuro inmediato depende en gran medida de la próxima temporada de lluvias, pero en cualquier caso las primeras cosechas no se recolectarán antes de septiembre o de octubre del presente año. La ACH trabaja desde 2006 en las regiones de Gorgol y Guidimakha, donde apoya a cooperativas de mujeres en actividades como horticultura, así como cuidados dietéticos y de higiene con niños malnutridos.
El organismo humanitario español solicitó ayuda externa para aliviar esas secuelas de una de las peores sequías en varias décadas del país, habitado por unos tres millones de habitantes. "Le pido al gran Dios que me lo salve, es mi único hijo" Más de un centenar de madres hacen cola en el patio del centro nutricional donde el personal de Acción Contra el Hambre comienza a analizar a cada niño para comprobar cuantos han caído ya en las garras del hambre El 15% de los niños de Guidimake, la región más pobre de Mauritania, ya han caído en la desnutrición y eso se refleja en sus rostros. "El niño estaba cada vez más delgado, siempre con diarreas, no comía bien, por eso pensé que estaba enfermo...ahora me han dicho que esto se llama desnutrición y que se pondrá bien con un tratamiento. Le pido al gran Dios que se salve, es mi único hijo, los cuatro que tuve antes murieron en el parto", explica Kay Sy, la madre del pequeño Ifra Abdolaye, que con 16 meses pesa menos de 7 kilos.
El pequeño está extremadamente delgado, es un caso de desnutrición severa aguda de tipo marasmo, con la cara tan delgada y arrugada que aparenta ser un viejo. Tan solo en los últimos días se han detectando cuatro casos severos, más del doble de lo normal en esta época según el nutricionista Amadou Bam responsable de la zona. "Tenemos ya 46 niños desnutridos moderados, esperamos un pico muy elevado de aquí a un mes, sobre todo en mayo.
Cada vez hay más casos, sólo ayer hemos detectado a cuatro niños más. La situación es ya alarmante, muy preocupante porque los casos de malnutrición moderada también aumentan cada día. De aquí a junio esperamos un aumento muy grande de niños desnutridos?
Un elemento clave para entender como los niños de entre 6 y 20 meses suelen caer en la desnutrición en la zona es que las madres dejan de darles el pecho muy pronto porque enseguida quedan embarazadas del siguiente hijo y dejan de dar el pecho. En este poblado la ONG ha tenido que ayudar con alimentos y dinero a muchas mujeres.
La tierra resquebrajada que rodea este poblado de Arr, las grietas largas y profundas que se extienden por todas partes sobre el terreno son, según los agricultores, la prueba de que están ante uno de los peores años. Yibril, de 62 años, asegura que no había visto nada parecido desde 1969. Explica que no tienen pastos para los animales, que muchas vacas y cabras están muriendo y que por la falta de cereales la mayoría de las familias de su pueblo Sammar han pasado de comer tres veces al día a sólo una para intentar conservar al máximo las pocas reservas de alimentos que les quedan.
Es la convivencia diaria con unas condiciones extremas, la sequía crónica del Sahel es este año aún más cruel.
Ocho países de la región luchan a contrarreloj contra la crisis alimentaria más preocupante de los últimos años. Acción Contra el Hambre insiste en alertar de que si no se actúa a tiempo ya no solo estarán en peligro los 700.000 mauritanos que a día de hoy no tienen acceso a la suficiente cantidad de alimentos para comer cada día sino que esa cifra podría superar el millón de personas, un tercio de la población, si no llega ayuda de manera inmediata.
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