En la Cuba revolucionaria, nunca se conoció un escuadrón de la muerte.
Nunca hubo un desaparecido. Jamás se conoció desde el triunfo de la Revolución, agresiones de la policía al pueblo.
No usan esas porras con las cuales abollan y rompen cabezas tanto en EEUU como en cualquier país de Europa ¿o es mentira acaso lo que manifestamos?.
En Cuba jamás la policía golpeará hasta la muerte a un ciudadano, como suele ocurrir en EEUU el pivote de los ataques contra la Isla.
Tampoco tienen menores presos.
Cualquier proceso judicial de sus tribunales puede ser conocido por todo aquel que tenga interés en él. Ahí se verán las imputaciones y las pruebas que las sostienen.
Sobre estos que llaman presos políticos, que sería mejor llamar reos de traición a la patria, que es como corresponde llamar a estas personas, abundan grabaciones, filmaciones y fotografías que los exhiben recibiendo instrucciones y dinero de la oficina estadounidense en Cuba.
Son, gústesenos o no el término, mercenarios al servicio de otra nación.
Que alguien nos diga en qué país esto no se castiga.
Esta es la razón por la cual los medios no abundan en los detalles que condujeron a estos presos a la cárcel, pues quedaría en evidencia la manipulación que hacen con ellos.
A Cuba se le pide, es decir, a su gobierno, que le dé el paraíso terrenal a todos sus habitantes. Cuba, por su razón revolucionaria de ser, está obligada a superar en calidad de gobierno, a la suma de la de los países más desarrollados.
Jamás se la compara con países del área, para señalar así el aparente retraso que tendría Cuba respecto de ellos.
Saben que de cualquier comparación saldría favorecida Cuba, por eso es que no recurren al cotejo.
La Revolución, la cubana, esa que sí se escribe con mayúscula, superó cuanto obstáculo le han puesto y llevó a esa digna Isla a figurar con los menores índices de mortalidad infantil que se puedan lucir en el mundo.
El promedio de vida de sus habitantes está a la par de los mayores del mundo.
Los mejores registros de escolaridad también los lucen los cubanos.
Véase los informes de NNUU sobre el dominio del idioma y de las matemáticas para ver que nos dicen.
No existe el analfabetismo en Cuba, sin embargo crearon el sistema “Yo sí puedo” para alfabetizar pueblos que sí lo tienen. Se ha usado no sólo en América, sino también, vea que sorpresa, ha sido útil en España.
Lo tradujeron al creole para su uso en Haití.
Donde se lo necesita, hasta ahí llega la generosidad cubana. Es el único país en el mundo que tiene miles de estudiantes extranjeros becados para estudiar.
Repitamos para que se entienda bien claro.
NO EXISTE EN EL MUNDO OTRO PAÍS DISTINTO DE CUBA CON MILES DE ESTUDIANTES EXTRANJEROS BECADOS.
No existe ni siquiera uno que tenga por lo menos 1000 en esa condición.
La ELAM ya ha graduado médicos incluso de nacionalidad estadounidense imposibilitados de estudiar en su país por carecer del dinero necesario para ello. Hablamos de miles de becas, ¡miles!, que otorga esa nación generosa.
Cuba creó escuelas de medicina en países africanos y catedráticos de distintas materias fungen en ese continente olvidado como docentes, viviendo como cualquier ciudadano del país en que se encuentren, sin ningún privilegio, condición esa natural de estos internacionalistas.
Cuando el Katrina azotó EEUU, la primera nación en ofrecerle su ayuda, fue Cuba, que creó al efecto la Brigada médica Henry Reeve.
El gobierno de Bush no la aceptó, y ocurrieron muertes que pudieron ser evitadas.
En octubre de 2005 el Tsunami infligió un descomunal golpe a Pakistán.
Conociendo Cuba el daño causado, reclamó en la ONU por intermedio de su Canciller, que se acelerara el auxilio. Sus médicos llegaron casi de inmediato, y al evaluar la tarea a asumir comprendieron que su número no cubría la necesidad de Pakistán. Inmediatamente llegaron más.
Luego instalaron 32 hospitales de campaña, todos dotados con lo más moderno para la gestión requerida. Atendieron 1.743.244 pacientes, ¡sí!, más de un millón y medio de personas.
Realizaron 14.506 intervenciones quirúrgicas y brindaron fisioterapia y rehabilitación, a 166.262 heridos. Un número importante de pakistaníes fue trasladado a Cuba para que se les implantara prótesis.
Al irse del país auxiliado, con el agradecimiento de todas sus autoridades expresadas con las palabras de Pervez Musharraf, donaron a Pakistán los 32 hospitales con todo su instrumental.
Pero se llevaron consigo además de la gratitud de ese país, un poco más de 1000 bachilleres becados para graduarse de médicos, que es una necesidad pakistaní que los tiene en un número bajo e insuficiente para su población.
¿De lo que hemos dicho hasta aquí, debe deducirse que estamos afirmando que Cuba es un Jauja? No, nada de eso.
Cuba tiene muchos problemas, pero la preocupación de sus gobernantes es el cómo superarlos para lograr el mejoramiento de la vida de sus habitantes.
Pero, esas dificultades por duras que sean no le harán doblegarse, ¡eso, nunca lo harán! Se acaba de conmemorar el pasado 29 de marzo el vigésimo aniversario de la llegada a Cuba de los afectados por la explosión de la planta nuclear de Chernobil, en Ucrania.
Llegaron de Moldavia, de Rusia, de Armenia, de Bielorrusia y el grueso de Ucrania. Fueron más de 25 mil los pacientes, de los cuales un poco más de 21 mil eran niños. Tumores, cáncer, leucemia y otras enfermedades eran las padecidas. Cuba los acogió solidariamente, con todos los gastos a devengar a sus expensas.
Los enfermos llegaron con acompañante lo que al duplicar el número, acrecienta el costo.
Luego vino el desmembramiento de la URSS que repercutió duramente en Cuba pues de la noche a la mañana se destruyó su comercio exterior. Fue tan duro el golpe que el gobierno debió establecer el Período Especial. Todo se restringió, pero en mucho menor medida lo requerido por los niños, los ancianos y los hospitalizados tanto cubanos como extranjeros, que siguieron recibiendo su tratamiento con poca restricción. Varios miles de ellos aún siguen ahí gozando de la ternura y atención profesional de uno de los mejores países que existen sobre la tierra.
En este vigésimo aniversario arribó a la Isla una comitiva ucraniana dirigida por el ex presidente Leonid Kuchma. Llegaban en nombre del presidente Victor Yanukóvich para agradecer en nombre de Ucrania la solidaridad recibida, y también para condecorar a Fidel Castro, a su hermano Raúl y al Ministro de la salud, José Ramón Balaguer con las más altas distinciones que otorga ese país, hoy ya no socialista pero si dirigido por gente decente y digna que saben reconocer el bien cuando lo reciben, antípodas de los bergantes europeos.
Saben los canallas que significa Cuba en el mundo, que su ejemplo de solidaridad le blinda de los miserables. Su generosidad y nobleza que ha llegado a los lugares más inhóspitos del mundo, trasciende por lejos la indigencia moral de aquellos que pretenden enfrentarle. Por eso, solamente por eso, nunca podrán derrotarle.
Nunca hubo un desaparecido. Jamás se conoció desde el triunfo de la Revolución, agresiones de la policía al pueblo.
No usan esas porras con las cuales abollan y rompen cabezas tanto en EEUU como en cualquier país de Europa ¿o es mentira acaso lo que manifestamos?.
En Cuba jamás la policía golpeará hasta la muerte a un ciudadano, como suele ocurrir en EEUU el pivote de los ataques contra la Isla.
Tampoco tienen menores presos.
Cualquier proceso judicial de sus tribunales puede ser conocido por todo aquel que tenga interés en él. Ahí se verán las imputaciones y las pruebas que las sostienen.
Sobre estos que llaman presos políticos, que sería mejor llamar reos de traición a la patria, que es como corresponde llamar a estas personas, abundan grabaciones, filmaciones y fotografías que los exhiben recibiendo instrucciones y dinero de la oficina estadounidense en Cuba.
Son, gústesenos o no el término, mercenarios al servicio de otra nación.
Que alguien nos diga en qué país esto no se castiga.
Esta es la razón por la cual los medios no abundan en los detalles que condujeron a estos presos a la cárcel, pues quedaría en evidencia la manipulación que hacen con ellos.
A Cuba se le pide, es decir, a su gobierno, que le dé el paraíso terrenal a todos sus habitantes. Cuba, por su razón revolucionaria de ser, está obligada a superar en calidad de gobierno, a la suma de la de los países más desarrollados.
Jamás se la compara con países del área, para señalar así el aparente retraso que tendría Cuba respecto de ellos.
Saben que de cualquier comparación saldría favorecida Cuba, por eso es que no recurren al cotejo.
La Revolución, la cubana, esa que sí se escribe con mayúscula, superó cuanto obstáculo le han puesto y llevó a esa digna Isla a figurar con los menores índices de mortalidad infantil que se puedan lucir en el mundo.
El promedio de vida de sus habitantes está a la par de los mayores del mundo.
Los mejores registros de escolaridad también los lucen los cubanos.
Véase los informes de NNUU sobre el dominio del idioma y de las matemáticas para ver que nos dicen.
No existe el analfabetismo en Cuba, sin embargo crearon el sistema “Yo sí puedo” para alfabetizar pueblos que sí lo tienen. Se ha usado no sólo en América, sino también, vea que sorpresa, ha sido útil en España.
Lo tradujeron al creole para su uso en Haití.
Donde se lo necesita, hasta ahí llega la generosidad cubana. Es el único país en el mundo que tiene miles de estudiantes extranjeros becados para estudiar.
Repitamos para que se entienda bien claro.
NO EXISTE EN EL MUNDO OTRO PAÍS DISTINTO DE CUBA CON MILES DE ESTUDIANTES EXTRANJEROS BECADOS.
No existe ni siquiera uno que tenga por lo menos 1000 en esa condición.
La ELAM ya ha graduado médicos incluso de nacionalidad estadounidense imposibilitados de estudiar en su país por carecer del dinero necesario para ello. Hablamos de miles de becas, ¡miles!, que otorga esa nación generosa.
Cuba creó escuelas de medicina en países africanos y catedráticos de distintas materias fungen en ese continente olvidado como docentes, viviendo como cualquier ciudadano del país en que se encuentren, sin ningún privilegio, condición esa natural de estos internacionalistas.
Cuando el Katrina azotó EEUU, la primera nación en ofrecerle su ayuda, fue Cuba, que creó al efecto la Brigada médica Henry Reeve.
El gobierno de Bush no la aceptó, y ocurrieron muertes que pudieron ser evitadas.
En octubre de 2005 el Tsunami infligió un descomunal golpe a Pakistán.
Conociendo Cuba el daño causado, reclamó en la ONU por intermedio de su Canciller, que se acelerara el auxilio. Sus médicos llegaron casi de inmediato, y al evaluar la tarea a asumir comprendieron que su número no cubría la necesidad de Pakistán. Inmediatamente llegaron más.
Luego instalaron 32 hospitales de campaña, todos dotados con lo más moderno para la gestión requerida. Atendieron 1.743.244 pacientes, ¡sí!, más de un millón y medio de personas.
Realizaron 14.506 intervenciones quirúrgicas y brindaron fisioterapia y rehabilitación, a 166.262 heridos. Un número importante de pakistaníes fue trasladado a Cuba para que se les implantara prótesis.
Al irse del país auxiliado, con el agradecimiento de todas sus autoridades expresadas con las palabras de Pervez Musharraf, donaron a Pakistán los 32 hospitales con todo su instrumental.
Pero se llevaron consigo además de la gratitud de ese país, un poco más de 1000 bachilleres becados para graduarse de médicos, que es una necesidad pakistaní que los tiene en un número bajo e insuficiente para su población.
¿De lo que hemos dicho hasta aquí, debe deducirse que estamos afirmando que Cuba es un Jauja? No, nada de eso.
Cuba tiene muchos problemas, pero la preocupación de sus gobernantes es el cómo superarlos para lograr el mejoramiento de la vida de sus habitantes.
Pero, esas dificultades por duras que sean no le harán doblegarse, ¡eso, nunca lo harán! Se acaba de conmemorar el pasado 29 de marzo el vigésimo aniversario de la llegada a Cuba de los afectados por la explosión de la planta nuclear de Chernobil, en Ucrania.
Llegaron de Moldavia, de Rusia, de Armenia, de Bielorrusia y el grueso de Ucrania. Fueron más de 25 mil los pacientes, de los cuales un poco más de 21 mil eran niños. Tumores, cáncer, leucemia y otras enfermedades eran las padecidas. Cuba los acogió solidariamente, con todos los gastos a devengar a sus expensas.
Los enfermos llegaron con acompañante lo que al duplicar el número, acrecienta el costo.
Luego vino el desmembramiento de la URSS que repercutió duramente en Cuba pues de la noche a la mañana se destruyó su comercio exterior. Fue tan duro el golpe que el gobierno debió establecer el Período Especial. Todo se restringió, pero en mucho menor medida lo requerido por los niños, los ancianos y los hospitalizados tanto cubanos como extranjeros, que siguieron recibiendo su tratamiento con poca restricción. Varios miles de ellos aún siguen ahí gozando de la ternura y atención profesional de uno de los mejores países que existen sobre la tierra.
En este vigésimo aniversario arribó a la Isla una comitiva ucraniana dirigida por el ex presidente Leonid Kuchma. Llegaban en nombre del presidente Victor Yanukóvich para agradecer en nombre de Ucrania la solidaridad recibida, y también para condecorar a Fidel Castro, a su hermano Raúl y al Ministro de la salud, José Ramón Balaguer con las más altas distinciones que otorga ese país, hoy ya no socialista pero si dirigido por gente decente y digna que saben reconocer el bien cuando lo reciben, antípodas de los bergantes europeos.
Saben los canallas que significa Cuba en el mundo, que su ejemplo de solidaridad le blinda de los miserables. Su generosidad y nobleza que ha llegado a los lugares más inhóspitos del mundo, trasciende por lejos la indigencia moral de aquellos que pretenden enfrentarle. Por eso, solamente por eso, nunca podrán derrotarle.
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