martes, 12 de julio de 2011

La demoocracia real, Jaime Richart

LA DEMOCRACIA REAL
Jaime Richart
¡A por ella! La democracia burguesa podríamos compararla con la buena fama, la
honestidad o la probidad de una persona pero de las que en este caso carece.
Cuesta mucho tiempo adquirirlas, pero se pierden en un momento y luego ya no hay
manera de recuperarlas. Si las hubo en otros países, se han debilitado. Pero es que la
democracia española ni ha llegado a catarlas... Nunca ha tenido buena fama, ni
honestidad ni probidad.

Y esto es así porque, aparte la idiosincrasia sui generis de los pueblos y las clases
dominantes de este país, la democracia española es un aborto. Nació abortada. De la
dictadura se pasó a un remedo demoliberal agravado más adelante por la globalización.
Y cuando digo remedo me refiero a las trampas de carácter institucional puestas en la
sociedad por el principal albacea del dictador: Fraga Iribarne. Fraga Iribarne asumió el
encargo del dictador muerto en la cama de hacer cumplir a cualquier precio su testamento
que consideró un mandato. Y nadie se atrevió a pararle los pies. Así, desde 1978 tenemos
una constitución, una monarquía y una ley electoral aprobadas por millones de
electores inexpertos y asustadizos que temieron que si no las votaban (como antes
habían apro-bado otras veces masivamente los plebiscitos dirigidos del caudillo)
habría un peligro cierto de golpe de estado a cargo de un ejército que entonces era
absolutamente franquista.

El movimiento "Democracia Real ya" es la primera piedra del edificio que es imprescindible
construir en adelante para que el sistema no acabe en un desbarajuste general o en un
caótico sistema sin sis-tema peor que el que devino en crack el año 1929. Hay que forzar a
gobernantes y opositores, a empresarios y multinacionales al golpe de timón para no acabar
como el rosario de la aurora en términos económicos, políticos y sociales.

No es ya que, por el camino que sigue la economía financiera (otra trampa laberíntica de la
que los gobiernos se muestran inca-pa-ces de salir), se vaya a acabar el Estado del
Bienestar, es que el entramado social y los “agentes sociales” se están resquebrajando
a pasos agigantados. Y en tales condiciones la anomia se apoderará rápidamente de los
países organizados bajo ese eufemismo infecto llamado "democracia capitalista".
Una de dos (hablando de este país), o el gobierno da un paso adelante proponiendo el
ansiado referéndum monarquía-república, y otro paso para acabar de una vez con una
infame ley electoral que refuerza el bipartidismo, o en poco tiempo habrá que poner en
marcha una revolución en toda regla que empiece en los Palacios de Invierno de Zarzuela y
Moncloa y termine en el Congreso.

De no dejar de potenciar "Democracia Real Ya" y "Bildu", y de no permitir en modo alguno
que decaigan ni la acción ni el espíritu que anidan en ambos movimientos, depende el futuro
de millones y millones que ya no soportan tanto abuso, tanto fraude, tanto tejemaneje y
tanta desigualdad.

Porque el mayor peligro que presenta “Democracia Real Ya” es el que sabemos por otras
experiencias, otras protestas y otras manifestaciones multitudinarias: que todo quede en agua de borrajas, que se afloje la tensión, que cunda el desaliento y que se deje enfriar la movilización.
Evitémoslo a todo trance.
Cada cual desde su sitio.

No hay comentarios.: