La Pupila Insomne.- Semanas atrás publicamos un análisis de Edmundo García que denunciaba la trata de peloteros cubanos a través de República Dominicana hacia Estados Unidos. Ahora esta noticia procedente de Santo Domingo viene a confirmarlo.
La fiscalía del Distrito Nacional pidió medidas de coerción a varias personas acusadas de formar parte de una red de tráfico y trata de peloteros cubanos hacia el país. De acuerdo con el expediente, los miembros de la “organización criminal” son el entrenador independiente de béisbol, Edgar Mercedes, Pedro Delgado S., Manuel Antonio Azcona (cabecilla), Nilvio Antonio Cruz, Héctor Evangelista Ferreira y Ernesto Enrique Guidi Vega. Para los dos primeros fue solicitada una garantía económica (un millón y 500 mil pesos) y presentación periódica; prisión preventiva para los demás.
Según la solicitud de medida de coerción, los imputados fungen como financiadores de los viajes y utilizan terceros para realizar las operaciones y capitanear las lanchas, que llegan al país de forma clandestina a traer a los deportistas cubanos, a quienes luego les cobran grandes sumas de dinero, atendiendo a los contratos que obtengan con los equipos de Grandes Ligas, en los Estados Unidos.
Planificación de viajes
Los trámites comienzan cuando Raime Martínez Sharon (Coqui), cubano, recluta los peloteros de su misma nacionalidad y los pone en contacto con Azcona, para los trámites de tráfico, que también son coordinados por Delgado Sánchez y Juan Felipe (Picota), este ultimo arrestado en Cuba. Asimismo participa en las actividades Ferreira Infante, en cuya casa se encontraron evidencias que le comprometen con el delito. El documento indica que “se pudo determinar las actividades criminales de dicho imputado (Azcona), debido a la intervención de un agente encubierto al cual hizo entrega de dinero, para conseguir la salida de embarcaciones tanto desde como hacia Cuba”. Se registra que ofreció soborno a un oficial en Montecristi, para que dejara pasar una embarcación.
Para las operaciones, Antonio Cruz sirvió como capitán de las embarcaciones y se encargó de la parte operativa, así como de contratar a los demás capitanes de otras naves.
Dentro de los peloteros que Azcona “ha tratado de traficar” se encuentran Raúl Valdés (Filis de Filadelfia), Yerar Sánchez y Yoennis Céspedes (Atléticos de Oakland), con quien Mercedes tiene un conflicto legal por una deuda ascendente a US$7 millones.
Los acusados fueron detenidos en distintos puntos del país. La red operaba en todo el territorio nacional, especialmente el Distrito. Fue descubierta por una investigación que inició en julio de 2011, por la División de Inteligencia Naval M-2, de la Marina de Guerra Dominicana y el Centro de Inteligencia Contra el Crimen Organizado (Cicco).
Céspedes negoció su contrato con Mercedes
Dos de los cabecillas financieros de las operaciones son Ernesto Enrique Guidi Vega “y un tal Luisito”, los que a su vez son financiados por Edgar Mercedes, cuya participación se pudo determinar con una entrevista realizada al pelotero Céspedes, quien explicó que Mercedes cobraría el 22% del contrato que consiguiera en Grandes Ligas. El expediente de 75 páginas tipifica que la red trajo al país otros jugadores cubanos. (Tomado de El tapón de las cinco)
Decía Edmundo el pasado 10 de marzo:
“Según las fuentes en este momento hay en República Dominicana entre 120 y 150 peloteros o prospectos cubanos que no encuentran el prometido camino hacia las grandes ligas de los Estados Unidos. Una de las personas consultadas empezó por hacer una interrogante: “A las Grandes Ligas de los EE.UU. llega solamente 1 de cada 14 peloteros que juegan en el llamado beisbol organizado o ligas profesionales. De los otros 13… ¿Quién habla? ¿Quién cuenta sus destinos?”.
“Muchos de los prospectos y peloteros cubanos (algunos con un historial, como Kendry Morales) que han llegado a Miami y obtenido un permiso (“parole”) de las autoridades migratorias para permanecer en los Estados Unidos, tienen que marcharse seguidamente a República Dominicana con visas de turistas violando una de las condiciones de su estadía. Una transgresión a cambio de un supuesto regreso ya contratados para las ligas mayores; regreso que por supuesto no ha sucedido ni sucederá en la mayoría de los casos. Resultado, que numerosos cubanos se han quedado trabados en República Dominicana, sin papeles para volver a los Estados Unidos, sin boleto para el deporte profesional y sin Cuba. O sea, sin los viejos sueños y sin su país, que cambiaron por la dura realidad de tener que llegar a trabajar después de los entrenamientos en la limpieza de autos y otros menesteres de este perfil para completar el dinero de su sobrevivencia allí. De este tema les cuesta hablar, pero la procesión va por dentro.”
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