Decenas de miles de personas marcharon en Madrid en una protesta
contra la reducción de las ayudas a la minería que derivó en
enfrentamientos entre manifestantes y la policía ante el Ministerio de
Industria español.
Los mineros quieren frenar los recortes del gobierno conservador en su sector - AP
Las ocho fueron arrestadas por "desórdenes, daños y atentado a la autoridad", según la misma fuente.
Los disturbios estallaron cuando unos jóvenes manifestantes comenzaron a lanzar petardos, botellas de vidrio y piedras a los policías, protegidos por cascos y escudos durante la multitudinaria manifestación minera.
Decenas de miles de personas, entre mineros, familiares, miembros de sindicatos y otros movimientos sociales, protestaron este miércoles contra los recortes previstos por el Gobierno en el sector de la minería, tras semanas de movilizaciones y después de la llegada de una "marcha negra" a Madrid.
"Es la muerte de la minería, de las cuencas y de todos los pueblos que hay alrededor", explicó Rafael Blanco.
Los mineros consideran que la decisión del Gobierno de recortar un 63% las ayudas públicas al sector este año, pasando de 301 millones de euros en 2011 a 111 millones, supondrá en la práctica el fin del sector, por lo que reclaman que sigan las ayudas, aunque también denuncian el uso que se ha hecho de las subvenciones durante estos años.
"El dinero no se empleó en crear puestos de trabajo", considera Rafael.
"Se le han dado miles de millones a la minería, pero lo único que yo me llevo es el sueldo, que me lo he ganado. ¿Es mi trabajo mirar dónde lo metían? ¿No lo deben hacer ellos (las autoridades, ndlr)?", se pregunta indignado Luis Eusebio Méndez, de 48 años.
En reestructuración desde hace 20 años, las minas de carbón españolas han ido cerrando poco a poco. Unas cuarenta están aún activas, principalmente en el norte del país, y emplean a alrededor de 8.000 mineros.
Pero el carbón español, más caro que el importado, depende de las subvenciones del Estado, que deberán terminar de aquí a 2018 por decisión de Bruselas.
"Sí hay subvenciones para otras empresas, pero no para la minería", opina por su parte Ángel Triguero, de 68 años y miembro del sindicato UGT, antes de añadir: "Creo que haciendo la minería bien organizada debería ser productiva".
El martes, cientos de mineros iluminaron la noche madrileña con sus cascos al cruzar el centro de la capital en un desfile de la "marcha negra" que había llegado a Madrid en dos columnas, una desde Castilla León y Asturias y otra desde de Aragón (noreste).
Los miembros de esta "marcha negra", que recorrieron unos 400 kilómetros en 20 días, también participan en la manifestación de este miércoles.
"Los recortes que nos aplicó (el Gobierno) no tienen sentido, había un plan firmado hasta el 2012 y no lo cumplen. Y eso es lo que estamos pidiendo, simplemente eso", solicita Iván Collazo, de 30 años.
Con esta manifestación, tras varias semanas de movilizaciones, incluyendo cortes de carreteras, huelgas y encierros, los mineros esperan que el Gobierno retroceda y no reduzca las ayudas al sector, en el marco de sus medidas de ajuste para reducir el déficit público del 8,9% de 2011 al 6,3% este año.
"Estamos aquí preparándonos para que nos dejen nuestros puestos de trabajo donde estábamos trabajando", explica Andrés Fernández, otro de los mineros de la "marcha negra", de 35 años.
Pero el optimismo en torno a los frutos que puedan dar estas movilizaciones es limitado entre los asistentes, ya que el gobierno se ha mostrado hasta ahora contrario a volver sobre su decisión.
"Lo veo difícil por el tema de la crisis, pero algo se conseguirá con todas las acciones", valoró Verónica Fernández, hija de minero de 32 años llegada a Madrid para la protesta desde Mieres, en Asturias.
"Rafael Blanco, por su parte, espera que, "aunque quiten algo, que siga funcionando la minería y que se creen puestos de trabajo".
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