Juan Carlos Díaz Guerrero (PL)
El
tema, que pudiera ser recurrente, no deja de preocupar a gobiernos,
organismos internacionales, organizaciones no gubernamentales y a toda
persona sensible informada sobre esta tragedia.
La
carencia de alimentos es sólo un eslabón de la larga cadena de hechos
que inciden en este fenómeno, vinculado también a los desplazamientos
forzados, ataques y abusos sexuales, reclutamiento forzado de niños,
tráfico de drogas, sequía y la creciente compra de tierras por empresas y
gobiernos extranjeros.
Poblaciones
de Burkina Faso, Chad, Malí, Mauritania, Níger y el norte de Camerún,
Nigeria y Senegal padecen inseguridad alimentaria, según el Fondo de las
Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Desnutrición infantil, crisis alimentaria
El
director de programas de emergencia de Unicef, Louis-George Arsenault,
reveló que al terminar 2012 habrá "más de un millón de niños que sufren
desnutrición grave".
Es
importante saber que la desnutrición puede matar, aseguró el alto
funcionario en un comunicado difundido en la ciudad de Nueva York.
Ante
la crisis, la agencia pidió 120 millones de dólares a Estados Unidos
para ampliar sus operaciones y garantizar servicios de salud, nutrición,
saneamiento, abastecimiento de agua, educación y la protección de la
infancia en los países afectados.
La
Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos
Humanitarios, apuntó, sin embargo, que sólo logró recaudar la mitad de
esa suma.
El
organismo estimó que la crisis alimentaria y de nutrición eleva el
registro de una tasa alarmante este año, pese a los esfuerzos de
gobiernos e instituciones internacionales.
Ban
Ki-moon, secretario general de la ONU, pidió una reacción inmediata de
la comunidad mundial para enfrentar la situación, que él denominó
"crisis en cascada" en la región.
En
países como Chad, la desnutrición infantil deriva de la alarmante
escasez de alimentos que prevalece en el país africano, denunció la
Organización No Gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF).
La organización indicó el 7 de mayo que algunas familias sólo disponían de alimentos para los próximos 15 días.
Paralelo
a la carencia de alimentos, sus precios se dispararon este año y hasta
la fecha ascendieron el 25 por ciento por encima del 2011.
Esta
ONG alertó que la situación se complica en la ciudad de Biltine, en el
este del país, donde escasea también el agua y en febrero se detectó que
el 25 por ciento de los menores de cinco años padecía desnutrición
aguda.
El doctor
Kodjo Edoh, coordinador general de la organización, apuntó que muchas
familias redujeron el número de comidas diarias y otras deben de caminar
más de siete horas para buscar agua.
"Es algo muy preocupante, ya que la escasez de agua está directamente relacionada con la desnutrición infantil", subrayó.
Edoh señaló que en los tres primeros meses del 2012 atendieron a mil 600 niños desnutridos, casi el doble del año anterior.
El
coordinador de la ONG dijo que la situación puede ser muy grave si se
le adiciona el sarampión, enfermedad que contribuye a la desnutrición
infantil, acotó.
Senegal
no deja de ser un caso diferente, donde se requieren 54 millones de
dólares para resolver la crisis de alimentos y nutricional en ese país.
Ingeborg
Maria Breuer, representante residente del Programa Mundial de Alimentos
en la nación del oeste africano, señaló que la inseguridad alimentaria
es real y grave, y urge el apoyo a la necesidad de movilizar recursos
para hacer frente a la emergencia antes de que se convierta en hambruna.
Para
hacer frente a la situación en Senegal, se requiere de esa suma
millonaria de dólares y sólo han podido recaudar del total 22 millones,
subrayó.
En Senegal
existen 61 áreas clasificadas de alto riesgo y 24 de riesgo moderado,
mientras la producción agrícola del cereal registró una baja del 36 por
ciento en comparación con el año anterior.
Breuer
explicó que dado el alto nivel de inseguridad en la mayoría de las
zonas visitadas y el aumento de los precios de los principales productos
alimenticios, deben adoptarse medidas para reducir el impacto en las
familias.
Para ello
sugirió la creación de bancos de cereales y el fortalecimiento de las
reservas existentes, distribuir alimentos donde la situación lo requiera
y apoyar con la donación de semillas, fertilizantes e insumos agrícolas
para la cosecha de 2012-2013.
Por
su parte, el representante residente de la FAO en Senegal, Ouattara
Amadou, manifestó que la institución necesita siete millones de dólares
para hacer frente a la inseguridad alimentaria.
Indicó
que el organismo tiene el propósito de llegar a 30 mil hogares y si es
necesario ir más allá hasta cubrir las ocho regiones.
La
organización MSF demandó a la comunidad internacional la necesidad
urgente de atender la situación cada vez más insegura que padecen 500
mil somalíes en Dadaab, Kenya.
Consideró
"cada vez más insegura" la vida de estas personas, quienes huyeron en
desbandada de su país tras la hambruna que azotó a la nación del Cuerno
de África el pasado año.
Niños, mujeres y ancianos, en su mayoría, escaparon a Dadaab, a 100 kilómetros de Somalia, según la fuente.
Elena
Velilla, representante de la ONG en Kenya, se preguntó "cuántas crisis
nutricionales o epidemias de sarampión hacen falta para empezar a buscar
soluciones".
Níger
no queda atrás al conocerse que 45 mil niños y niñas abandonaron la
escuela este año por razones vinculadas a la crisis de alimentos, según
el Ministerio de Educación.
Los
mayores problemas se presentan en el occidente de Níger, donde familias
enteras abandonaron sus hogares para trasladase a la ciudad en busca de
empleos.
La sequía,
después de finalizada la temporada de lluvias, que terminó antes, y el
daño causado por la plaga de langostas incidieron en la mala cosecha,
según el Ministerio de Agricultura.
El gobierno estimó que la tasa de desnutrición infantil superó el nivel de alerta en siete de las ocho regiones del país.
En las áreas más afectadas por la escasez de alimentos, las autoridades crearon comedores temporales para los estudiantes.
Estadísticas
oficiales cifran en medio millón de toneladas el déficit de granos en
el actual año, lo cual representa el 14 por ciento de las necesidades
totales de la nación africana.
Al
finalizar el 2011, poco más de 4,5 millones de nigerinos sufrían
inseguridad alimentaria y nutricional, reveló un estudio del gobierno.
También en Malí, en la ciudad de Niono, en el centrosur, medio millar de niños estaban desnutridos al terminar mayo
El
director del Centro de Salud de dicha comunidad, Ousmane Doumbia,
declaró a la prensa que del total de infantes, 240 sufren desnutrición
aguda severa y el resto malnutrición moderada.
Doumbia
apuntó que esas cifras pueden asombrar a muchas personas debido a la
riqueza agrícola de Niono, considerada la mayor localidad rural de Malí y
entre las más ricas en producción.
Janis
Ridsdel, especialista de la ONG PLAN, comentó que "los niños se están
volviendo cada vez más vulnerables frente a la violencia, abusos y
explotación -incluyendo el tráfico de drogas- debido a la separación
familiar y a que los menores y sus familias migran en busca de comida e
ingresos".
Si la
crisis del Sahel está recibiendo escasos fondos, los programas de
protección infantil apenas alcanzan el cinco por ciento de la cantidad
necesaria, afirmó Concha López, directora general de PLAN en España.
Venta de tierras y hambre
Un
fenómeno que adquirió auge a partir del 2008 con el alza de los precios
de los alimentos fue el de la compra de tierras cultivables.
En
menos de un año fueron adquiridas 42 millones de hectáreas de tierras
en el mundo, de las cuales 32 millones corresponden a regiones de África
subsahariana, publicó el Banco Mundial.
Naciones
como Emiratos Árabes Unidos, Corea del Sur, Japón, Arabia Saudita y
China son propietarios de más de siete millones 600 mil hectáreas de
cultivos fuera de sus países, dijo la fuente.
Un
fenómeno de este tipo fue denunciado en la reciente cumbre de Río+20,
donde la ONG de Senegal EDNA Tiers Monde denunció que el gobierno
promueve el agronegocio frente a la agricultura familiar.
En
esa nación africana, el 30 por ciento de la superficie cultivable (670
mil hectáreas) está en manos de empresas o estados extranjeros, y de
algunos altos funcionarios o empresarios.
También
en Malí, Mamadou Goita, del Instituto para la Investigación y la
Promoción de Alternativas de Desarrollo, denunció que su país sufre el
acaparamiento de tierras, especialmente en la zona del delta del río
Níger
"Tenemos un
grave problema de seguridad alimentaria, en un país como Malí,
eminentemente agrícola y con la mayor parte de la producción agrícola
acaparada por inversores extranjeros" señaló.
Estas
compras de tierras provocan la expulsión de las poblaciones locales,
mientras las empresas las utilizan con fines comerciales como la
producción de fuel, aceite de palma y para cultivar alimentos como
cereales o arroz, que luego se exportan a otros países.
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