lunes, 30 de julio de 2012

“Testimonio clave: habló en Cuba el español que resultó herido en el accidente de tránsito que terminó con la vida del disidente Oswaldo Payá.

José Manzaneda*
Noticia en el informativo del canal privado colombiano NTN24 (1): “Testimonio clave: habló en Cuba el español que resultó herido en el accidente de tránsito que terminó con la vida del disidente Oswaldo Payá. Ángel Carromero declaró ante las autoridades que él conducía el automóvil en el que viajaba el opositor. Señaló que no alcanzó a ver una señal de tráfico para reducir la velocidad y que perdió el control del vehículo, que salió de la carretera. Las palabras de Carromero, dirigente de Nuevas Generaciones del Partido Popular en España, desvirtúan así la versión de la familia de Payá, que señala que el disidente fue asesinado”.
La tesis del supuesto “asesinato” de los “disidentes” cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero es el centro de una nueva gran campaña mediática contra el Gobierno cubano (2). 
A pesar de haber sido desenmascarada absolutamente por el testimonio del propio conductor del vehículo accidentado, esta mentira sigue ocupando la agenda informativa, y tapando un elemento esencial en los acontecimientos: las responsabilidades de tipo penal del político del Partido Popular español Ángel Carromero, conductor y causante directo de la muerte de dichas personas. Si aplicáramos el Código Penal español, y de probarse un delito como el de conducción temeraria con resultado de muerte, Carromero podría enfrentarse –en su país- a una pena mínima de cárcel de 2 años (3). Las aceleradas gestiones del Gobierno español para que el político salga de la Isla son un intento evidente de evitar la aplicación de la Justicia cubana (4). 
En este sentido, no pocos medios han especulado sobre una supuesta retención ilegítima de Ángel Carromero en Cuba, con fines de chantaje (5). Un representante del Partido Popular -el diputado y secretario técnico del PP Teófilo de Luis- desmentía esto ante las cámaras de un canal colombiano, confirmando que la Justicia cubana está siguiendo un protocolo común a este tipo de casos (6). 
Pero volvamos a la tesis del “asesinato”. En los últimos días centenares de diarios, radios, televisiones y webs de todo el mundo han reproducido, hasta la saciedad, las acusaciones de la familia del fallecido Oswaldo Payá y de otros miembros de la llamada “disidencia” cubana, acerca de la supuesta embestida de un vehículo camuflado, que sería el origen del accidente (7). 
Esta versión, a pesar de quedar desmontada por las declaraciones del conductor, sigue siendo difundida por medios de todo el mundo, que tratan de sacar provecho del morbo periodístico. Finalmente, “disidencia” cubana y medios internacionales persiguen que la duda y la sospecha queden instaladas para siempre en una ciudadanía ya permeable a cualquier mensaje culpabilizador del Gobierno cubano. 
El funeral por Oswaldo Payá ha sido también objeto de todo tipo de exageraciones informativas. Canales de televisión de todo el mundo, como el español La Sexta, hablaban de la presencia en él de miles de seguidores de Payá (8). Los medios han tratado de presentar como “disidentes” al vecindario entero del barrio habanero de El Cerro, que durante el funeral salió de sus casas atraído por el despliegue de cámaras de televisión extranjeros. Lo cierto es que entre familiares, amistades, “disidentes” venidos de toda Cuba, corresponsales extranjeros y diplomáticos no llegaban a cien personas las que acudieron a la iglesia de San Salvador del Mundo, mostrando una vez más el apoyo popular absolutamente residual de la llamada “disidencia” cubana (9). 
Los medios han asegurado también que al menos medio centenar de personas fueron detenidas durante el funeral, cifra absolutamente inflada (10). La propia bloguera “disidente” Yoani Sánchez, en su crónica para el diario español “El País”, daba los nombres de –exactamente- 5 personas arrestadas, que fueron –por cierto- puestas en libertad horas después (11). Ninguna de estas personas fue golpeada -tal como se aprecia en las imágenes de varios canales internacionales (12)-, algo que contradice la versión publicada en numerosos medios sobre una supuesta intervención policial a golpes (13). 
Por supuesto, el sistema mediático no ha dejado el menor resquicio para quienes rebaten sus versiones informativas oficiales. El político español Cayo Lara ha sido víctima, en los últimos días, de un escandaloso linchamiento mediático por recordar –sencillamente- que Oswaldo Payá falleció en un accidente de tráfico, y que su muerte es igual de lamentable que la de tantas miles de personas en el mundo que mueren en circunstancias similares (14). Pero decir públicamente algo tan evidente puede supone empezar a pagar el precio de la verdadera disidencia. 
Ver video en http://www.youtube.com/watch?v=V2ZiGjf9j-0&list=UUtDIaNM2DNYn59qDGYx6gYw&index=1&feature=plcp
*Coordinador de Cubainformación.

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