Muammar Gaddafi transformó Libia, que pasó de ser el país más pobre del mundo a convertirse en el más próspero de África; más próspero aún que Brasil, Rusia y Arabia Saudita.
Amnistía Internacional, una organización que se ha demostrado es responsable por las muertes de muchos seres humanos mediante su apoyo a la guerra de Estados Unidos y Europa contra Libia, y por permanecer en silencio mientras tanto, se encuentra ahora en la búsqueda de un “Héroe de los Derechos Humanos” (http://www.amnestyusa.org/heroes). Si se presenta a sí misma como “defensora de los derechos humanos”, Amnistía Internacional prefiere ignorar las grandes violaciones a los derechos humanos que se cometieron y se siguen cometiendo en Libia, pues no menciona ni una sola vez a este país en su revista “Defensor de los Derechos Humanos” —publicada en Australia, una de las principales fuentes de su financiamiento— en las ediciones de junio, julio y agosto, durante una etapa crítica de la guerra. Aunque Amnistía Internacional admite que “fue advertida” de que muchos de los supuestos mercenarios detenidos, torturados y asesinados por los rebeldes libios que respaldó la OTAN no eran sino trabajadores inmigrantes de África Subsahariana, la organización de derechos humanos no tomó ninguna medida para ayudarlos, como tampoco a los libios negros que tenían plenos derechos bajo la Jamahiriya, y que fueron torturados y masacrados por la OTAN y los rebeldes en nombre de la democracia y de la intervención humanitaria (ver “The humanitarian war in Libya: there is no evidence”, http://mathaba.net/news/?x=629013).
Sin evidencia alguna que justifique los bombardeos “humanitarios” y la destrucción de Libia, hay, en cambio, pruebas fehacientes de que Muammar Gaddafi es el mayor Héroe de los Derechos Humanos de nuestro tiempo (por ejemplo, ver “The big picture: war on Libya is war on entire Africa”, http://www.mathaba.net/news/?x=627695; “How Gaddafi improved the situation of the Libyan women”, http://www.mathaba.net/news/?x=629271; y “16 things Libya will never see under NATO-rebel regime”, http://www.mathaba.net/news/?x=629174) y, por lo mismo, la mayor amenaza que enfrenta Occidente con sus “organizaciones de derechos humanos”, como ha señalado el Honorable Ministro Louis Farrakhan (http://www.finalcall.com/artman/publish/Minister_Louis_Farrakhan_9/article_8086.shtml) (nota del traductor: el texto de Farrakhan fue escrito en agosto, cuando Gaddafi aun vivía, lo que explica la conjugación de los verbos):
Amnistía Internacional, una organización que se ha demostrado es responsable por las muertes de muchos seres humanos mediante su apoyo a la guerra de Estados Unidos y Europa contra Libia, y por permanecer en silencio mientras tanto, se encuentra ahora en la búsqueda de un “Héroe de los Derechos Humanos” (http://www.amnestyusa.org/heroes). Si se presenta a sí misma como “defensora de los derechos humanos”, Amnistía Internacional prefiere ignorar las grandes violaciones a los derechos humanos que se cometieron y se siguen cometiendo en Libia, pues no menciona ni una sola vez a este país en su revista “Defensor de los Derechos Humanos” —publicada en Australia, una de las principales fuentes de su financiamiento— en las ediciones de junio, julio y agosto, durante una etapa crítica de la guerra. Aunque Amnistía Internacional admite que “fue advertida” de que muchos de los supuestos mercenarios detenidos, torturados y asesinados por los rebeldes libios que respaldó la OTAN no eran sino trabajadores inmigrantes de África Subsahariana, la organización de derechos humanos no tomó ninguna medida para ayudarlos, como tampoco a los libios negros que tenían plenos derechos bajo la Jamahiriya, y que fueron torturados y masacrados por la OTAN y los rebeldes en nombre de la democracia y de la intervención humanitaria (ver “The humanitarian war in Libya: there is no evidence”, http://mathaba.net/news/?x=629013).
Sin evidencia alguna que justifique los bombardeos “humanitarios” y la destrucción de Libia, hay, en cambio, pruebas fehacientes de que Muammar Gaddafi es el mayor Héroe de los Derechos Humanos de nuestro tiempo (por ejemplo, ver “The big picture: war on Libya is war on entire Africa”, http://www.mathaba.net/news/?x=627695; “How Gaddafi improved the situation of the Libyan women”, http://www.mathaba.net/news/?x=629271; y “16 things Libya will never see under NATO-rebel regime”, http://www.mathaba.net/news/?x=629174) y, por lo mismo, la mayor amenaza que enfrenta Occidente con sus “organizaciones de derechos humanos”, como ha señalado el Honorable Ministro Louis Farrakhan (http://www.finalcall.com/artman/publish/Minister_Louis_Farrakhan_9/article_8086.shtml) (nota del traductor: el texto de Farrakhan fue escrito en agosto, cuando Gaddafi aun vivía, lo que explica la conjugación de los verbos):
“Gaddafi empleó miles de millones de dólares en conectar a los estados africanos. Este hombre tiene algo que hace a las potencias occidentales —que han crecido a fuerza de chupar la sangre africana— temer que África se vuelva independiente y utilice los inmensos recursos a su disposición, que el mundo occidental necesita, para convertirse en un continente poderoso y expandir su poder en el siglo XXI”. “Así que se convirtió en una amenaza. Con el fin de vampirizarlo y destruirlo, y destruir lo que él está haciendo con África y para África, ellos redactan este drama mentiroso sobre un Gaddafi que mata a su propio pueblo, cuando lo que quieren es quitarlo del poder, asesinarlo, destruir lo bueno que este hombre ha hecho y colocar un gobierno títere al frente de Libia, de modo que ellos no tengan que lidiar más con la idea de los Estados Unidos de África, hacia la cual se estaba orientando la Unión Africana a través de la dirección del Hermano Gaddafi, con su ayuda y su asistencia monetaria”.
“Otra cosa que conducía a que le dieran este premio humanitario a Muammar Gaddafi y a la Jamahiriya es el informe de la ONU emitido alrededor de enero de 2011, un informe multinacional que parecía darle a Libia —y, subsecuentemente, al gobierno de la Jamahiriya— la alabanza y las marcas más altas, en fecha tan temprana como enero de 2011, en torno a una amplia gama de temas”.
“Si pudiera establecer un punto, Gaddafi elevó el nivel de vida del pueblo libio al sitio más alto en el continente africano y hasta en el Oriente Medio. Liberó a las mujeres musulmanas y las invitó a formar parte de su gobierno, a formar parte de una sociedad donde no tuvieran que sentarse atrás ni tolerar que los hombres hicieran cualquier cosa”. “Las mujeres son socias de los hombres en Libia. Gaddafi le dio una orientación socialista a su gobierno en los primeros días; pero, conforme fue involucrándose más profundamente con el Corán, se fue viendo más a sí mismo como un reformador del Islam, y estaba enmedio de un proceso de reforma del Islam en su país, y generando la influencia necesaria para que este proceso pudiera desarrollarse también en otros lugares”.
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