Publicado por Vincenzo Basile (Capítulo Cubano)
El
pasado 23 de julio, en un accidente automovilístico, fallecían los
cubanos Oswaldo Payá (líder del ilegal Movimiento Cristiano Liberación) y
Harold Cepera, mientras que resultaban heridos el español Ángel
Carromero Barrios (Partido Popular) y el sueco Jens Aron Modig.
La
especulación enseguida se puso en marcha. Aún antes de enterarse de la
muerte de Payá, alguien no propriamente identificado jugaba con
antelación y publicaba eso en el ‘blog personal’ de Payá: “Oswaldo
Payá desaparecido luego de ser embestido automóvil en que viajaba
[...]Responsabilizamos a la junta militar cubana y al general Raúl
Castro por la vida de nuestro líder[...] Les responsabilizamos por esta
agresión premeditada contra sus vidas y llamamos a la opinión pública
internacional a que demande garantías para la vida de Oswaldo Payá”.
Una
vez confirmado el fallecimiento del ciudadano cubano, la campaña
manipulativa empezó, más agresiva que nunca. En pocas horas medios
anticubanos, a pesar de la existencia de dos sobrevivientes al accidente
y de su posibilidad de aclarar bien los hechos, difundían la misma
noticia y la misma mentira: la muerte de Payá no fue un accidente, sino
un asesinato. Veamos algunas publicaciónes.
El Nuevo Herald, escribía que “La hija del disidente fallecido, Rosa María Payá, afirmó que otro vehículo sacó del camino al auto en que viajaba su padre” y, reproduciendo las declaraciones de la hija afirmaba que “Las
informaciones que nos llegaron de los muchachos que iban en el carro
con él es que había un auto intentando sacarlos de carretera,
embistiéndolos en todo momento, así que pensamos que esto no es un
accidente, que les querían hacer daño y terminaron matando a mi padre”.
El diario miamense, martinoticias, publicaba décenas de ‘artículos’ con exageraciones de todo tipo. Entre todos, en un artículo titulaba: “Esposa de Payá:Yo temía que esto pudiera pasar y él también” y reproducía las declaraciones de la esposa del fallecido: “Mi
familia ha sido amenazada durante todos estos años múltiples veces con
matarlo hasta junto con la familia. Sabíamos que esto podía ocurrir en
algún momento, yo no puedo decir categóricamente ahora porque no tengo
las evidencias exactas pero si hemos sido amenazados muchísimas veces y
siempre pensamos que una cosa de ésta podía suceder en algún momento”.
Yoani Sánchez, como muchos otros, llegaba al extremo del rídiculo al escribir en su twitter: “Preocupada por Ángel Carromero y Jens Aron Modig. Son testigos importantes para esclarecer lo ocurrido a Oswaldo Payá”.
Diario De Cuba escribía: “El
régimen cubano tiene muchas maneras de eliminar o neutralizar a sus
enemigos. Como no se podrá sentar el precedente de una investigación
independiente y transparente ahora, mañana nos podrán decir que alguno
de los blogueros perdió la vida en un trágico accidente en el elevador
de su edificio, o incluso que algún exiliado influyente tuvo otro
trágico accidente de carretera en un país extranjero, o contrajo una
súbita infección, como le sucedió a Laura Pollán”.
Estas,
claramente, son las típicas exageraciones de medios anticubanos que han
hecho de la mentira la fuente principal de sus textos. Eso no es nada
nuevo. Medios tipicamente derechistas y vinculados a la extrema derecha
anticubana han inventado todo tipo de absurdidades reproduciendo las
insensatas declaraciones de una hija y de una esposa que hasta el último
momento han intentado usar el nombre de su pariente fallecido para
seguir con su abitual campaña de mentira, haciendo una especulación sin
precedentes. Y eso está probado.
La cuestión se hace seria y de ínmensa gravedad cuando
irresponsables medios (y periodistas) de nivel internacional toman, a
su vez, estas mentiras como fuentes absolutas y generan una verdad
global. Así, centenares de artículos intentaron crear un clima de
terror, de conspiración y de incertidumbre acerca del lamentable
accidente.
En ese sentido, el diario BBC mundo, por ejemplo, titulaba: “Las dudas alrededor de la muerte de Oswaldo Payá” y reproducía las declaraciones del hijo de Payá: “Los
heridos son un ciudadano sueco y otro español. Lo que se sabe del
accidente se sabe por ellos dos, que fueron los sobrevivientes. Después
del accidente ellos llamaron a sus superiores en Suecia y España
diciendo que un camión los golpeó, los chocó, los embistió varias veces
hasta sacarlos de la cuneta, de la carretera”.
Siguiendo
el mismo guión, muchos medios internacionales dejaban declaraciones
parecidas. Esos son algunos de los titulares de esos días:
- La muerte de Oswaldo Payá: ¿accidente o complot? (Infobae)
- Cuba, muere un opositor y la familia habla de asesinato (Clarín)
- Esta muerte tiene que aclararse (El País)
- Luz en la muerte de Oswaldo Payá (ABC)
- Cuba Democracia Ya advierte al régimen que que “asesinato” de Oswaldo Payá no va a acabar con la oposición (EuropaPress)
- Oswaldo Payá ¿Qué hay detrás de su muerte? (La Razón)
Y
así, siguiendo este rumbo, titulaban centenares de medios de todo el
mundo. Pero, el día 24 de julio hubo la vuelta. Uno de los
sobrevivientes al accidente, el español Ángel Carromero Barrios, el
mismo que según la hija de Payá había denunciado que un auto intentó sacarlos de carretera, aclaraba de una vez el asunto al afirmar que “no vio una señal de reducción de velocidad y perdió el control del coche”.
Sin
embargo la campaña manipulativa que no se detuvo frente a tantas
palabras. Ninguno de todos los citados medios declaró claramente que la
muerte de Payá fue un accidente y todos, simplemente, cambiaron su
objetivo mediático. Ahora que las autoridades cubanas necesitaban
aclarar bien los hechos y por lo tanto no permitieron al ciudadano
español dejar el país, la noticia era otra: el español estaba detenido
en Cuba.
EuropaPress, por ejemplo, en vez de aclarar bien el carácter accidental del fallecimiento de Payá, titulaba “Interrogan a español que conducía vehículo de Payá”. El Mundo titulaba “Detenido español que conducía vehículo de Payá”. El Nuevo Herald escribía: “Español que conducía auto en que viajaba Oswaldo Payá fue detenido en Cuba”. Martinoticias afirmaba: “Detenido chofer que manejaba auto en que murió Payá”.
Es decir, la noticia principal no era la declaración del ciudadano
español, sino su ‘detención’, algo que sería normal en todo el resto del
mundo, siendo involucrado en un accidente que tuvo dos víctimas y por
lo tanto un testigo necesario para las anheladas investigaciones.
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