jueves, 2 de agosto de 2012

Oswaldo Payá: entre especulaciones familiares y manipulaciones internacionales

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El pasado 23 de julio, en un accidente automovilístico, fallecían los cubanos Oswaldo Payá (líder del ilegal Movimiento Cristiano Liberación) y Harold Cepera, mientras que resultaban heridos el español Ángel Carromero Barrios (Partido Popular) y el sueco Jens Aron Modig.


La especulación enseguida se puso en marcha. Aún antes de enterarse de la muerte de Payá, alguien no propriamente identificado jugaba con antelación y publicaba eso en el ‘blog personal’ de Payá: “Oswaldo Payá desaparecido luego de ser embestido automóvil en que viajaba [...]Responsabilizamos a la junta militar cubana y al general Raúl Castro por la vida de nuestro líder[...] Les responsabilizamos por esta agresión premeditada contra sus vidas y llamamos a la opinión pública internacional a que demande garantías para la vida de Oswaldo Payá”.

Una vez confirmado el fallecimiento del ciudadano cubano, la campaña manipulativa empezó, más agresiva que nunca. En pocas horas medios anticubanos, a pesar de la existencia de dos sobrevivientes al accidente y de su posibilidad de aclarar bien los hechos, difundían la misma noticia y la misma mentira: la muerte de Payá no fue un accidente, sino un asesinato. Veamos algunas publicaciónes.

El Nuevo Herald, escribía que “La hija del disidente fallecido, Rosa María Payá, afirmó que otro vehículo sacó del camino al auto en que viajaba su padre” y, reproduciendo las declaraciones de la hija afirmaba que “Las informaciones que nos llegaron de los muchachos que iban en el carro con él es que había un auto intentando sacarlos de carretera, embistiéndolos en todo momento, así que pensamos que esto no es un accidente, que les querían hacer daño y terminaron matando a mi padre”.

El diario miamense, martinoticias, publicaba décenas de ‘artículos’ con exageraciones de todo tipo. Entre todos, en un artículo titulaba: “Esposa de Payá:Yo temía que esto pudiera pasar y él también” y reproducía las declaraciones de la esposa del fallecido: “Mi familia ha sido amenazada durante todos estos años múltiples veces con matarlo hasta junto con la familia. Sabíamos que esto podía ocurrir en algún momento, yo no puedo decir categóricamente ahora porque no tengo las evidencias exactas pero si hemos sido amenazados muchísimas veces y siempre pensamos que una cosa de ésta podía suceder en algún momento”.

Yoani Sánchez, como muchos otros, llegaba al extremo del rídiculo al escribir en su twitter: “Preocupada por Ángel Carromero y Jens Aron Modig. Son testigos importantes para esclarecer lo ocurrido a Oswaldo Payá”.

Diario De Cuba escribía: “El régimen cubano tiene muchas maneras de eliminar o neutralizar a sus enemigos. Como no se podrá sentar el precedente de una investigación independiente y transparente ahora, mañana nos podrán decir que alguno de los blogueros perdió la vida en un trágico accidente en el elevador de su edificio, o incluso que algún exiliado influyente tuvo otro trágico accidente de carretera en un país extranjero, o contrajo una súbita infección, como le sucedió a Laura Pollán”.

Estas, claramente, son las típicas exageraciones de medios anticubanos que han hecho de la mentira la fuente principal de sus textos. Eso no es nada nuevo. Medios tipicamente derechistas y vinculados a la extrema derecha anticubana han inventado todo tipo de absurdidades reproduciendo las insensatas declaraciones de una hija y de una esposa que hasta el último momento han intentado usar el nombre de su pariente fallecido para seguir con su abitual campaña de mentira, haciendo una especulación sin precedentes. Y eso está probado.

La cuestión se hace seria y de ínmensa gravedad cuando irresponsables medios (y periodistas) de nivel internacional toman, a su vez, estas mentiras como fuentes absolutas y generan una verdad global. Así, centenares de artículos intentaron crear un clima de terror, de conspiración y de incertidumbre acerca del lamentable accidente.

En ese sentido, el diario BBC mundo, por ejemplo, titulaba: “Las dudas alrededor de la muerte de Oswaldo Payá” y reproducía las declaraciones del hijo de Payá: “Los heridos son un ciudadano sueco y otro español. Lo que se sabe del accidente se sabe por ellos dos, que fueron los sobrevivientes. Después del accidente ellos llamaron a sus superiores en Suecia y España diciendo que un camión los golpeó, los chocó, los embistió varias veces hasta sacarlos de la cuneta, de la carretera”.

Siguiendo el mismo guión, muchos medios internacionales dejaban declaraciones parecidas. Esos son algunos de los titulares de esos días:
-        La muerte de Oswaldo Payá: ¿accidente o complot? (Infobae)
-        Cuba, muere un opositor y la familia habla de asesinato (Clarín)
-        Esta muerte tiene que aclararse (El País)
-        Luz en la muerte de Oswaldo Payá (ABC)
-     Cuba Democracia Ya advierte al régimen que que “asesinato” de Oswaldo Payá no va a acabar con la oposición (EuropaPress)
-       Oswaldo Payá ¿Qué hay detrás de su muerte? (La Razón)

Y así, siguiendo este rumbo, titulaban centenares de medios de todo el mundo. Pero, el día 24 de julio hubo la vuelta. Uno de los sobrevivientes al accidente, el español Ángel Carromero Barrios, el mismo que según la hija de Payá había denunciado que un auto intentó sacarlos de carretera, aclaraba de una vez el asunto al afirmar que “no vio una señal de reducción de velocidad y perdió el control del coche”.

Sin embargo la campaña manipulativa que no se detuvo frente a tantas palabras. Ninguno de todos los citados medios declaró claramente que la muerte de Payá fue un accidente y todos, simplemente, cambiaron su objetivo mediático. Ahora que las autoridades cubanas necesitaban aclarar bien los hechos y por lo tanto no permitieron al ciudadano español dejar el país, la noticia era otra: el español estaba detenido en Cuba.

EuropaPress, por ejemplo, en vez de aclarar bien el carácter accidental del fallecimiento de Payá, titulaba “Interrogan a español que conducía vehículo de Payá”. El Mundo titulaba “Detenido español que conducía vehículo de Payá”. El Nuevo Herald escribía: “Español que conducía auto en que viajaba Oswaldo Payá fue detenido en Cuba”. Martinoticias afirmaba: “Detenido chofer que manejaba auto en que murió Payá”. Es decir, la noticia principal no era la declaración del ciudadano español, sino su ‘detención’, algo que sería normal en todo el resto del mundo, siendo involucrado en un accidente que tuvo dos víctimas y por lo tanto un testigo necesario para las anheladas investigaciones.

Lo que ha ocurrido en esos días es evidente. Nada podrá borrar todos esos artículos que han dado la vuelta por el mundo. No hubo ni una sola rectífica. Por fin, el intento manipulativo ganó. Pase lo que pase, suceda lo que suceda, medio mundo tiene bien fijado en su mente un hecho indiscutible: hay muchas dudas alrededor de la muerte de Oswaldo Payá. El resto, la verdad, es un asunto cuestionable e irrelevante.

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