Jean-Guy Allard
Abogado
formado en Madrid, Casada Blanco obtuvo luego un Certificado de
Estudios Legislativos del Government Affairs Institute de la Universidad
de Georgetown (Washington DC), y con el Programa Ejecutivo DGP de la
Kennedy School of Government de la Universidad de Harvard (Boston). Ha
sido no alumno sino profesor en el Global Leadership and Competiviness
Program de la Universidad de Georgetown (Washington DC). Cantera de la
CIA, Georgetown es el alma mater de varia “glorias” de la inteligencia
yanqui.
Presidente
de las NNGG desde el año 2005, vocal de la Junta Directiva Nacional del
Partido Popular, Miembro del Comité Ejecutivo madrileño del PP, Casado
es un ex Asesor del ex presidente del Consejo José María Aznar y de su
fundación injerencista FAES que dirigió.
Casado
fue el cachorro privilegiado de Esperanza Aguirre, la “Prima Donna” del
PP madrileño y jefa de la Comunidad de Madrid. Aguirre es la
politiquera ultraderechista que lidera las campañas de difamación contra
Cuba en España, al lado del agente CIA y terrorista prófugo cubano
Carlos Alberto Montaner.
En
diciembre del 2008, Casado Blanco se jactó en la prensa española de
haber efectuado un viaje a La Habana para reunirse “de forma
clandestina” con Oswaldo Payá y “representantes de las Damas de Blanco”.
Por Facebook, se dan cita en un restaurante de Madrid
Casado
Blanco fue quién ordenó a su subalterno de las NNGG Angel Carromero de
contactar con la española Muriel Aguado, residente en Suecia y también
miembro del Partido Demócrata Cristiano Sueco.
Según
el comunicado oficial cubano, fue de Aguado que “recibió instrucciones,
el dinero a entregar y un teléfono celular programado con los números
necesarios” para su expedición secreta en Cuba.
El
modus operandi que describe el relato de la aventura fatal corresponde
escandalosamente a una operación de inteligencia. Bajo instrucción de
Muriel Aguado, Carromero contactó al sueco Aron Modig, que será su
cómplice, mediante Facebook “y luego se conocieron en un restaurante
madrileño”.
Carromero
es vicesecretario general de Nuevas Generaciones del PP en Madrid,
organización que colabora con frecuencia con la Aguirre, que – como
Casado Blanco – tiene libre acceso a los salones de la Embajada de EEUU
de Madrid, y que subsidia anualmente con decenas de miles de euros las
pandillas anticubanas de la capital española.
Aron
Modig confesó públicamente en La Habana haber viajado a Georgia, USA,
poco antes del viaje a Cuba, para consultar con el IRI y el NDI,
subsidiados por la USAID, y conocidos patrocinadores de varias
operaciones millonarias de desestabilización contra la Revolución
cubana, desde muchos años.
El cachorro de Esperanza Aguirre
Casado se ha hecho conocer en el PP por sus ataques sucios a los socialistas y a los “carcas” de izquierda.
Cuando
Aznar buscó un cabezón para su Fundación FAES, colaboradora del
Departamento de Estado en varias operaciones de desestabilización en
América Latina, se fijó en este protegido de Esperanza Aguirre.
Aznar
y Aguirre acudieron a la boda del joven político proamericano en la
localidad valenciana de Elche con Torres Orts. Según
Elsemanaldigital.com, “Casado sentó a ambos en la primera fila de la
Iglesia donde el obispo de la diócesis ofició la ceremonia”.
En
el 2005, Aznar fue uno de los asistentes al Congreso en el que Pablo
Casado fue reelegido como presidente de Nuevas Generaciones. El pupilo
de Aguirre pronunció entonces frases como “los de izquierdas están todo
el día con la guerra del abuelo, con la memoria histórica, con el
aborto, la eutanasia y la muerte, cantando la Internacional, que se
cantaba cuando había 100 millones de muertos en el siglo pasado” o “los
jóvenes del PP no idolatran a asesinos como el Che”.
Pagan la cuenta de su error garrafal
Reconociendo
implícitamente la responsabilidad de sus cuadros en la fatídica
aventura, el Partido Popular español anunció que pagará el abogado que
lo defenderá en el caso de doble homicidio en el cual se encuentra ahora
imputado.
La
embajada española en Cuba ha contactado ya con dos letrados que
pudieran encargarse de la defensa del español en caso de que la Fiscalía
determine que debe someterse a juicio por ser él el que conducía el
vehículo accidentado. La tragedia ocurrida en Bayamo, a casi 800
kilómetros de La Habana, terminó con la vida de Payá y de su amigo
Harold Cepera.
El
PP aparentemente no tiene intención alguna de pagar indemnizaciones a
las familias de las víctimas de la operación que sí autorizó, orientó y
financió.
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