Cuando
más lo necesitamos, surge la duda ¿Es el socialismo una pasión inútil? O
lo que es lo mismo, y recordando a Sartre ¿es el hombre es una pasión
inútil? ¿Es el homo Sapiens una especie fallida?
Las
clases dominantes han conseguido sortear todos los ataques a su
hegemonía. Ahora han arrastrado al mundo a una especie de sopor
político, una inercia, un estado catatónico.
Es
unánime la convicción de que la vida planetaria está en grave peligro,
se encuentra en las orillas del abismo, se pone plazo cortísimo para
llegar al punto de no retorno. La alerta de Fidel en Río eleva su
vigencia: "una especie está en peligro de extinción, la especie humana".
Los hombres más claros del planeta secundan la advertencia.
El Papa, connotado reaccionario, a su llegada a Cuba reconoce que:
"muchas
partes del mundo viven hoy un momento de especial dificultad económica,
que no pocos concuerdan en situar en una profunda crisis de tipo
espiritual y moral, que ha dejado al hombre vacío de valores y
desprotegido frente a la ambición y el egoísmo de ciertos poderes que no
tienen en cuenta el bien auténtico de las personas y las familias. No
se puede seguir por más tiempo en la misma dirección cultural y moral
que ha causado la dolorosa situación que tantos experimentan. En cambio,
el progreso verdadero tiene necesidad de una ética que coloque en el
centro a la persona humana y tenga en cuenta sus exigencias más
auténticas, de modo especial su dimensión espiritual y religiosa. Por
eso, en el corazón y el pensamiento de muchos, se abre paso cada vez más
la certeza de que la regeneración de las sociedades y del mundo
requiere hombres rectos, de firmes convicciones morales y altos valores
de fondo que no sean manipulables por estrechos intereses, y que
respondan a la naturaleza inmutable y trascendente del ser humano."
Cada
momento nos llegan noticias alarmantes del daño que el capitalismo hace
a la humanidad y a la naturaleza. No caben dudas, es necesario el
Socialismo, un cambio radical en la manera de vivir. Sin embargo,
¡ninguna sociedad, ningún gobierno hace nada para remediar la situación!
Al contrario, cada día se reafirma en el mundo el rumbo al desastre.
El mundo se comporta como un drogadicto, adicto a una droga: el capitalismo que lo lleva a la sepultura.
La
humanidad necesita un sacudón ideológico, una práctica que la conmueva,
un 4 de febrero mundial, un "por ahora" universal. Sólo volviendo al
espíritu heroico del Moncada, del Paso de Los Andes, del 4 de febrero,
podrá salvarse el mundo.
Es
necesario demostrar que el Socialismo es posible, que la vida tiene
futuro. La transición, que es una batalla contra el capitalismo, debe
estar cargada de emoción socialista. Que el mundo sienta que cada paso
que damos nos lleva, con la fuerza de los próceres, a la salvación,
hacia la victoria sobre la droga capitalista, que sepa que ¡el
Socialismo no es una pasión inútil!
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