Benedicto XVI añadió que “es preciso seguir adelante”, y legitimó que “los creyentes ofrezcan una contribución a la edificación de la sociedad”.
Recordó al presbítero cubano Félix Varela, “educador y maestro, hijo ilustre de esta ciudad de La Habana, que ha pasado a la historia de Cuba como el primero que enseñó a pensar a su pueblo. El Padre Varela nos presenta el camino para una verdadera transformación social: formar hombres virtuosos para forjar una nación digna y libre, ya que esta transformación dependerá de la vida espiritual del hombre, pues ‘no hay patria sin virtud’”.
Antes, el Cardenal Jaime Ortega Alamino, Arzobispo de La Habana, agradeció en nombre de los católicos y de todo el pueblo de Cuba, que Benedicto XVI haya incluido a la Isla en este viaje a América.
Cuando llegó Su Santidad, ya estaba allí el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, y otros dirigentes del Partido Comunista de Cuba, así como del Gobierno, junto a las autoridades esclesiásticas.
Creyentes y no creyentes habían partido desde la Catedral de La Habana al amanecer de este miércoles en procesión con la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre hacia la Plaza de la Revolución, donde el Papa Benedicto XVI comenzó a oficiar una misa campal a las 9:00 am, hora local.
Sobre un auto, la imagen iluminada de la Virgen “Mambisa” fue saludada con aplausos por las calles de La Habana, donde al centenar de fieles que partió desde la Catedral se les fueron agregando los de otras parroquias, en una procesión que debía recorrer seis kilómetros, la más larga en décadas en Cuba.
Antes de la procesión, varios miles de cubanos convocados para la misa se agrupaban frente al Capitolio Nacional bajo el pedido de “disciplina y solemnidad” que hacía una mujer con un altavoz. Era el “bloque” del municipio Habana Vieja, que se congregaba para marchar hacia la misa.
“Nosotros los cubanos nos sacrificamos hoy, nos levantamos temprano, muchos no hemos dormido, para ir rumbo a la Plaza, pues es una satisfacción tener a Su Santidad aquí en Cuba”, que vino a decir que “está bueno ya con la injusticia y a orar y hacer sacrifico por los marginados, por los que sufren en el mundo entero”, dijo el joven.
El Sumo Pontífice concluye hoy su primera visita a Cuba y su segundo recorrido por tierras de América Latina; la primera transcurrió del cinco al nueve de mayo de 2007 en Brasil.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario