viernes, 13 de abril de 2012

El arma clandestina del imperio del terror

Terminada la II Guerra Mundial, Estados Unidos de Norte América se convirtió en potencia mundial y centro hegemónico del capitalismo, factores clave en el proceso de consolidación imperial junto a la más formidable maquinaria de actividades clandestinas y guerras secretas, bajo responsabilidad de la denominada comunidad de inteligencia. 
Son 67 años de política guerrerista, de injerencias cínicas fundamentadas en anacrónicas doctrinas de dominación, de agresiones sistemáticas a todos los pueblos del mundo y de público escarnio de libertades, derechos humanos y democracia que dice defender, para cometer crímenes de lesa humanidad con el desate de guerras imperialistas, invasiones con uso de armas de última generación, imposición de dictaduras fascistas y respaldo a gobiernos títeres con el uso, además del poder bélico, de la más sofisticada comunidad de inteligencia que actúa desde la clandestinidad sin la más mínima moral o ética, para cumplir órdenes de la casa Blanca y de la “clase superior anglosajona” que se cree predestinada para cumplir el famoso “destino manifiesto”: dominar al mundo.

Estados Unidos es el imperio del terror porque terror esparce por todo el globo terráqueo. Prácticamente no hay pueblo de la tierra que no haya sido agredido por el poder imperial estadounidense. Hiroshima y Nagasaki sufrieron el terror de la bomba atómica cuando Japón estaba derrotado. Inmediatamente desató la guerra de Corea y luego vendrían Vietnam, Kampuchea y Laos en el sudeste asiático. En Medio Oriente dotó de armas nucleares a Israel, invadió Afganistán e Irak y desató la cruenta guerra entre Irán e Irak. Sadam Hussein que fue asesinado luego de la invasión a Irak hace nueve años, contó con el apoyo de Estados Unidos y Osama Bin Laden, líder de Al Qaeda fue agente de la CIA.

En África apoyó el apartheid de Sudáfrica, a los mercenarios de Angola, invadió Somalia, sometió a Sudán y estuvo y está tras de las guerras tribales. La llamada “Primavera Árabe” contó con el apoyo de mercenarios organizados entrenados y financiados por la CIA. El caso más patético de injerencia imperial se dio en Libia a la que bombardeó con la OTAN que es el brazo armado del imperio. Los bombardeos que destruyeron ciudades y mataron a centenares de víctimas inocentes terminaron con el monstruoso asesinato de Gadafi. Estados Unidos y sus socios de la Unión Europea se apoderaron del petróleo de Libia. Bien se puede afirmar que todos los países de América Latina y el Caribe, en algún momento de su historia, han sido agredidos, invadidos, masacrados por las fuerzas armadas y la CIA de Estados Unidos que jamás ha admitido ni permitido que su patio trasero y lago particular sean verdaderamente libres, soberanos e independientes. En América Latina y el Caribe, la CIA ha sido y es el arma clandestina del imperio. El “patio trasero y “el lago particular” han sido invadidos, agredidos e intervenidos militarmente y con la CIA de por medio en más de 200 ocasiones.

Los gobiernos civiles, militares, dictatoriales y fascistas que ha soportado el subcontinente, los considerados amigos de la Casa Blanca han tenido el apoyo y asesoramiento de expertos norteamericanos de la comunidad de inteligencia y, en particular de la CIA, en la organización, entrenamiento, planificación y ejecución de sistemas y aparatos de represión de extraordinaria eficacia en torturas, detenciones arbitrarias, ejecuciones extrajudiciales, desaparición forzada de personas, tratos crueles y denigrantes con total degradación de la dignidad humana.

Para la comunidad de inteligencia de Estados Unidos y, en especial para la CIA, no son desconocidos los magnicidios, asesinatos selectivos, actos terroristas, sabotajes, chantajes, provocaciones, destrucción y muerte. Con la generosa ayuda estadounidense se han violado todos los derechos humanos, se han suprimido libertades y se han acabado con las incipientes democracias intentadas en esta parte del mundo. Estados Unidos con la CIA, DEA y todos sus servicios secretos de la comunidad de inteligencia han desatado los caballos del apocalipsis que asolaron y asuelan a América Latina y el Caribe: genocidios, magnicidios, crímenes de Estado, crímenes de lesa humanidad, violación de soberanías nacionales, experimentos biomédicos en seres vivos, atracos de recursos naturales, humanos y hasta el multimillonario negocio del narcotráfico que deja incuantificables ganancias a sus banqueros y financistas.

Desde su fundación en 1947 por el gobierno de Truman, la CIA ha sido y es la agencia todopoderosa y tétrica del espionaje y contraespionaje del gobierno de los Estados Unidos. La Agencia Central de Inteligencia, (CIA, por sus siglas en inglés) es una de las mayores comunidades de inteligencia de Estados Unidos y del mundo. Ha sido y es el arma clandestina del imperio parta deshacerse de sus potenciales enemigos, de gobiernos considerados peligrosos para los intereses yanquis, de presidentes molestos para el imperio, de líderes populares considerados subversivos. No hay acción criminal en contra de gobiernos legítimamente constituidos y de pueblos libres y soberanos en los que no haya participado la CIA.

Sin embargo, esa extraordinaria y sofisticada arma clandestina del impero ha cometido graves errores y equivocaciones que le han conducido a Estados Unidos a guerras e invasiones de las que, a pesar de todo su poder bélico, ha salido derrotado y allí están Vietnam, Somalia, Cuba, Irak, Afganistán. Y está su fracaso ante los hechos del 11S-2001 a no ser que, como sostienen algunos analistas, haya participado en el derrumbe de las Torres Gemelas, y están las imperdonables mentiras de la comunidad de inteligencia con la CIA por delante, de afirmar la existencia de armas de destrucción masiva en Irak, que sirvió de pretexto para el desate de la invasión estadounidense que al pueblo iraquí le ha costado más de un millón de víctimas.

La “Compañía” como suelen llamar a la CIA sus agentes y servidores nació el 26 de julio de 1947 cuando Harry S. Truman , presidente de los EEUU, firmó el Acta de Seguridad Nacional. La Agencia Central de Inteligencia o Central Intelligence Agency (CIA), es heredera de la Oficina de Servicios Estratégicos. OSS (Office of Strategic Services), que actuó durante la II Guerra Mundial.

La CIA contó con más de 16 mil empleados. Su sede está ubicada en un complejo de 104 hectáreas cerca del río Potomac en Langley, Virginia. El objetivo primario fue acopiar y analizar información referente a los enemigos exteriores de Estados Unidos y de esa manera permitir al presidente, el Pentágono y el Congreso, decidir acciones consecuentes.

Legalmente la actividad de inteligencia de la CIA debe ser “oportuna, objetiva, independiente de consideraciones políticas y basada en las fuentes de la comunidad de inteligencia”, pero en la práctica la CIA rebasó su marco legal con la anuencia del presidente estadounidense y se especializó en la ejecución de operaciones clandestinas tendientes a modificar las políticas internas de otros países, en función de los intereses y la seguridad de Estados Unidos. De allí que la CIA ha estado involucrada en operaciones encubiertas para desestabilizar gobiernos y asesinar dirigentes en países que han pretendido llevar a cabo transformaciones a favor de sus pueblos y en contra de los intereses norteamericanos. “La CIA se encuentra involucrada en las más turbias políticas, acciones y maniobras contra dirigentes, organizaciones e instituciones que interfieran en los intereses del imperio, violando toda norma ética, jurídica, diplomática que rigen las relaciones políticas y económicas internacionales. A su vez, una larga historia de corrupción, actuaciones ilegales, denuncias y descrédito están asociadas a este servicio de inteligencia y a sus principales jefes.”

No hay comentarios.: