Nicaragua: La victoria del FSLN hará posible profundizar los cambios William Grigsby Vado
En estos cuatro años en los que el Frente Sandinista ha ejercido el poder, el Frente se ha ocupado, en primer lugar, en reconstituir las prioridades del país desde el punto de vista económico y social. Y ha tenido bastante éxito en la re-dirección de las políticas económicas en las nuevas circunstancias.
El Frente Sandinista tiene su película clara. Además de lo que ya conocemos -la gratuidad de la educación y de la salud y los programas sociales que son banderas de este gobierno-, uno de los logros más importantes de este gobierno ha sido recuperar paulatinamente la función del Estado como rector de las políticas económicas. Aunque esto no lo ha logrado plenamente, sí ha iniciado el proceso para lograrlo. Cito, por ejemplo, la refundación -podríamos llamarla así- de ENABAS (Empresa Nicaragüense de Alimentos Básicos), encargada de regular el precio de algunos alimentos, lo que la convierte en un pivote fundamental para mantener el equilibrio de la economía familiar. Otro ejemplo: las estratégicas políticas del Estado en inversiones en energía, que han logrado una clara rectoría del Estado en todo el sector energético. Otro ejemplo: la redefinición de las prioridades en la construcción de caminos y carreteras. Hasta hace cuatro años la prioridad eran los corredores internacionales o las carreteras troncales, ahora son otras las prioridades. Son sólo algunos ejemplos, muy importantes para ir construyendo el futuro.
El gobierno tiene un Plan de Desarrollo claramente vertebrado con dos prioridades: el sector agropecuario y el sector energético y ha dirigido sus políticas a fortalecer ambos sectores. En el sector agropecuario ha priorizado a la pequeña y mediana producción, que hoy tiene mejores posibilidades de crédito y de mercados que las que tenía hace cuatro años.
El gobierno tiene un Plan de Desarrollo claramente vertebrado con dos prioridades: el sector agropecuario y el sector energético y ha dirigido sus políticas a fortalecer ambos sectores. En el sector agropecuario ha priorizado a la pequeña y mediana producción, que hoy tiene mejores posibilidades de crédito y de mercados que las que tenía hace cuatro años.
Si revisan el programa que el Frente Sandinista presentó para las elecciones de 2006 lo ha cumplido en un 98% y lo ha sobrecumplido en aspectos que ni siquiera estaban previstos. Tenemos ahora un gobierno que tiene resultados concretos en políticas sociales y económicas que han disminuido la incidencia del hambre en el campo y que han fortalecido nuevas formas de organización en el campo, principalmente alrededor del programa Hambre Cero, que ha promovido a 60 mil mujeres organizadas en cooperativas campesinas. Ellas son el germen de nuevas estructuras organizativas que podrán desarrollarse en los próximos cinco años de gobierno del Frente Sandinista.
En una perspectiva general, lo que ha hecho este gobierno ha sido sentar las bases para dar un salto de calidad en términos estructurales, y también en términos políticos, después de que ganemos las elecciones de noviembre. En estos primeros años el Frente Sandinista se ha concentrado en ir recuperando la función del Estado en determinados sectores de la economía, sentando las bases para dar ese salto.
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