La presencia de Fidel Castro en su sesión de clausura provocó muchas emociones y también concitó la atención internacional en una jornada que estuvo dedicada a la victoria sobre la invasión mercenaria desde Estados Unidos, derrotada hace cincuenta años.
La elección de un Buró Político de 15 miembros (el anterior era de 24), con Raúl como máximo dirigente partidista, la convocatoria a la Conferencia Nacional del Partido para el 28 de enero de 2012 para “cambiar todo lo que deba ser cambiado” en los métodos y estilos de trabajo de la organización comunista completaron un evento que ha fortalecido el consenso de los cubanos alrededor de las transformaciones necesarias en el funcionamiento de la economía para, como dijera el nuevo Primer Secretario en su intervención de clausura, “no permitir jamás el regreso del régimen capitalista”.
Las enormes expectativas despertadas por el evento dentro y fuera de Cuba deberán traducirse a partir de ahora en acciones concretas que vuelvan irreversible el socialismo en la Isla. “¡A trabajar!”, fueron las palabras con que cerró su intervención Raúl Castro.
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