ANIVERSARIO 50 DE LA PRIMERA GRAN DERROTA MILITAR DEL IMPERIALISMO YANQUI EN AMÉRICA
Por Ramón Ramón, para Generación F.
Dentro de pocos días, los patriotas cubanos y muchos amigos en el mundo, celebraremos el Aniversario 50 de la primera gran derrota del imperialismo yanqui en América.
La invasión por Playa Girón, fue una operación militar en la que tropas mercenarias armadas, entrenadas, financiadas y dirigidas por la Agencia Central de Inteligencia con el respaldo del Gobierno Norteamericano, intentaron formar una cabeza de playa en esta parte del territorio cubano, para establecer un gobierno provisional contrarrevolucionario, con el apoyo de la OEA y el reconocimiento de países títeres –previamente confabulados-- de la comunidad internacional.
Después de un periodo de tres días de la brigada invasora en territorio cubano, se solicitaría el traslado desde Miami hacia la zona ocupada, de varios politiqueros de origen cubano, que se colocarían al frente de un supuesto Consejo Revolucionario que se instalaría, presidido por el viejo politiquero mayor, también de origen cubano, José Miro Cardona, quien de inmediato solicitaría la intervención militar directa de EE.UU.
La acción acabó en fracaso, en menos de 72 horas: La mayoría de los invasores resultaron bajas o fueron capturados por el Ejército y las Milicias Nacionales Revolucionarias.
Antecedentes
Más de un año antes, en marzo de 1960, el entonces Presidente de los Estados Unidos había ordenado a la CIA la organización de una unidad paramilitar compuesta por cubanos residentes en ese país, con el propósito de derrocar a Fidel Castro y la Revolución.
En esta empresa, la CIA tenía la responsabilidad de coordinar acciones con grupúsculos contrarrevolucionarios dentro de Cuba, que pudieran facilitar la invasión, pues se confiaba en que se producirían levantamientos populares contra Fidel y deserciones masivas en sus fuerzas armadas.
La tropa mercenaria reclutada fue entrenada en campamentos de Guatemala y Panamá. En un inicio, la lucha sería de guerrillas; pero posteriormente, una decisión política la transformó en una brigada de combate.
El armamento militar que el gobierno estadounidense suministró inicialmente a la Brigada se componía de pistolas, fusiles, ametralladoras y granadas. El armamento pesado consistía en morteros y cañones. Fueron equipados con explosivos para demoliciones y equipos de radio comunicación. También contaron con aviones de transporte, bombarderos, tanques, barcos y lanchas para desembarco, así como jeeps y camiones.
Las fuerzas invasoras partirían por mar desde Puerto Cabezas, Nicaragua. Los ataques aéreos partirían también desde Puerto Cabezas y la idea era que anularan la fuerza aérea cubana bombardeando los aviones en tierra y las pistas de los aeropuertos.
La zona elegida para el desembarco era pantanosa, de difícil acceso y con una sola entrada por tierra, que los paracaidistas tratarían de controlar ante la respuesta de las fuerzas cubanas. Desde Puerto Cabezas, Nicaragua, partieron los buques que transportaban al contingente integrado por unos 1 200 hombres.
Día 15 de abril
Ocho aviones, con bandera cubana en el fuselaje, bombardearon los aeropuertos militares de Ciudad Libertad, San Antonio de los Baños y el Antonio Maceo de Santiago de Cuba, con el saldo de varios muertos y 5 aviones cubanos destruidos. La brigada atacante perdió tres bombarderos.
Día 16 de abril
Al día siguiente del ataque aéreo, nuestro Comandante en Jefe, en las honras fúnebres de las victimas de los bombardeos, frente al Cementerio de Colón, una alocución por todos los medios de difusión y ante una multitud de pueblo y de combatientes armados con fusiles, declaró el carácter socialista de la Revolución Cubana y ratificó la decisión de defender la patria contra esta agresión.
El ejército cubano y las Milicias Nacionales Revolucionarias concentraron sus efectivos ante la inminente invasión. Nuestros órganos de seguridad y el pueblo, neutralizaron a los contrarrevolucionarios y potenciales colaboradores con las fuerzas del enemigo, en particular en la capital del país.
Día 17 de abril
Tras cuatro o cinco días de navegación, en la madrugada del 17 de abril, se produjo el desembarco en Playa Girón y Playa Larga, de los 1200 miembros de la Brigada Mercenaria, escoltados por sus buques. Horas después, los paracaidistas fueron transportados tierra adentro para ampliar la zona invadida, con la misión principal de controlar las vías de acceso al lugar.
En esas primeras horas los aviones de la incipiente fuerza aérea revolucionaria derribaron siete aviones y pusieron fuera de combate a los buques invasores Houston y Río Escondido cerca de Playa Larga, perdiéndose el armamento que transportaban para las fuerzas enemigas que estaban ya en tierra.
Las tropas regulares y de las Milicias Nacionales Revolucionarias fueron llegando a la zona, reforzando a los pocos milicianos que hasta entonces intentaban rechazar el ataque. Al final del día, los barcos de la brigada asaltante se retiraron definitivamente quedando sin desembarcar equipos y municiones; el Houston quedó encallado y el Río Escondido fue hundido.
Día 18 de abril
El 18 se desató la contraofensiva de las fuerzas cubanas, con el empleo masivo de artillería. Las maltrechas tropas de la brigada mercenaria que controlaban las dos carreteras de acceso a Playa Girón fueron obligadas a retroceder.
En Playa Larga las tropas asaltantes, ante su difícil situación por la falta de municiones, se vieron obligadas a abandonar sus posiciones y dirigirse a Playa Girón para unirse a los otros miembros de la brigada.
Las fuerzas armadas cubanas se hicieron del control de Playa Larga.
Día 19 de abril
Las fuerzas asaltantes retrocedieron de San Blas a Playa Girón; los que quedaban pronto fueron cercados y se rindieron a primeras horas de la mañana del 19 de abril. En la playa, a la escasez de municiones se unía la falta de apoyo aéreo que podía brindar el respaldo enemigo, dado el empuje de las fuerzas cubanas.
Nuestro Comandante en Jefe, en la zona del conflicto, participó activamente en las acciones combativas. Finalmente los asaltantes intentaron huir, unos buscando lanchas, otros por las zonas pantanosas, pero la mayoría fueron capturados.
Algunos de los mercenarios invasores estuvieron durante algunos días vagando por los densos manglares de la zona.
La operación terminó con una derrota total de los miembros de la Brigada y del imperialismo.
La gran mayoría de los derrotados, fueron hechos prisioneros, juzgados, condenados y después canjeados al gobierno estadounidense por 53 millones de dólares en forma de alimentos, medicinas y tractores, a manera de resarcimiento por los daños materiales ocasionados. A finales de 1962 llegaron a EEUU, donde teatralmente fueron recibidos y homenajeados como héroes (¡?) por el Presidente Kennedy.
50 años después
El devenir histórico del conflicto entre ambas naciones, el apoyo de las masas populares al gobierno revolucionario, la ayuda del entonces campo socialista y la conocida como Crisis de los misiles de Cuba o Crisis de Octubre, fueron factores que contribuyeron a la frustración de nuevas acciones militares a gran escala por parte de las administraciones norteamericanas contra Cuba, las que hasta ahora se han podido evitar gracias a la existencia de las sólidas fuerzas armadas cubanas y la doctrina militar de la Guerra de Todo el Pueblo, bajo el liderazgo de Fidel, Raúl y el Partido Comunista de Cuba.
El próximo 16 de abril, 50 años después de los hechos relatados, las gloriosas fuerzas armadas revolucionarias y el pueblo de la capital, en representación de todos los cubanos, rendirán tributo a los caídos en aquella gesta desfilando en la Plaza de la revolución ante el monumento a nuestro Héroe Nacional, y se celebrará con gran júbilo la primera gran derrota del imperialismo yanqui en América, ocasión en que se dejará constancia de nuestra decisión de continuar la lucha contra las agresiones enemigas y de llevar a la práctica las decisiones del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba --que precisamente se iniciará ese día--, con respecto a la actualización del modelo socialista de la economía y la sociedad cubana.
5 de abril de 2011
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