martes, 29 de marzo de 2011

1961-2011: Aniversario 50 de la Campaña de Alfabetización cubana. (III), Ramón Ramón

El 22 de diciembre fue el desfile y la concentración popular, ante el monumento a Martí en la Plaza de la Revolución, frente a la tribuna donde se encontraban los que presidirían el solemne acto. Se destacaron los brigadistas Conrado Benítez, con sus uniformes, muchos portando simbólicos lápices o los mismos faroles chinos que alumbraron las noches de la alfabetización. La alegría era inmensa. Los brigadistas no cesaban de cantar himnos revolucionarios, dar vivas a la Revolución y a Fidel, y gritar consignas, entre ellas una que estremeció la Plaza más de una vez: “Fidel, Fidel, dinos que otra osa tenemos que hacer…” En la tribuna presidencial, entre otros, Fidel, el Ché, Celia Sánchez, Osvaldo Dorticós, Armando Hart y Mario Díaz, que fue el Coordinador Nacional de la Campaña. En nombre de los brigadistas, desde la tribuna, habló una joven que había desempeñado destacadas responsabilidades en la Campaña, la cual expresó: La Revolución nos hace sentir muchas emociones y esta es una de ellas. El día de hoy será inolvidable. El pueblo está satisfecho, contento, porque sabe que ha rendido una gran labor. Sabe que la campaña de alfabetización fue una tarea de gigantes, una lucha extraordinaria, y sabe que vencimos (…) Vencimos gracias a los mártires, a un pueblo, a una juventud valiente, decidida, consciente de que para construir el socialismo hacía falta erradicar el analfabetismo e integrar a esa masa de compañeros que vivían sumidos en la oscuridad, al trabajo revolucionario, a la Revolución (…) Hoy todos nos sentimos muy contentos. Hemos cumplido nuestro mayor deseo. Hemos realizado nuestro más caro anhelo, nos hemos reunido en la Plaza de la Revolución ante Fidel, para decirle: ¡Cumplimos! ¡No te defraudamos! ¡Vencimos! ¡Regresamos mejores revolucionarios! Cada uno de nosotros más mujer, más hombre. ¡Hemos vivido la vida del campesino, hemos pasado sus necesidades, sentimos su cariño, su bondad! Hemos estado ligados a los campesinos meses y meses en esta campaña de alfabetización. Y por eso, por haber regresado más maduros, más formados, es por lo que tenemos que ver cuál va a ser nuestra actitud el año que viene (…) Estaremos a la altura de nuestra Revolución, que siempre confió en nosotros; de esta Revolución, que dentro de poco dirigiremos nosotros. Estaremos a la altura de todos los pueblos del mundo que nos admiran, de todos los pueblos del mundo de los cuales somos ejemplo. Estaremos a la altura de esos pueblos que luchan por tener un día un desfile como el que tenemos hoy aquí (…) Debemos ser mejores el año que viene. Tenemos que estudiar, tenemos que mantenernos firmes en nuestro puesto como hasta ahora. Y estar siempre dispuestos a cualquier tarea que nos asigne la Revolución (…) Así tiene que ser la juventud de un país socialista. Así seremos nosotros, la juventud que ahora grita: ¡Fidel, dinos qué otra cosa debemos hacer!...
También habló el entonces Ministro de Educación Armando Hart Dávalos. Informó que el censo realizado arrojó la cifra de 979 207 analfabetos adultos, de los cuales se alfabetizaron 707 000 y quedaron sin alfabetizar 271 000, que representaban el 3,9% de la población, ubicando a Cuba entre los países de más bajo índice de analfabetismo en el mundo. Entre los que no se alfabetizaron se encontraban extranjeros que no dominaba el español, impedidos físicos y mentales, enfermos, y ancianos de muy avanzada edad. Anunció el Plan de Seguimiento y la extensión de los cursos de superación Obrera y Campesina. Sobre la fuerza alfabetizadora refirió que estuvo integrada por 121 000 "Alfabetizadores Populares"; 100 000 Brigadistas Conrado Benítez; 15 000 Brigadistas "Patria o Muerte"; 35 000 maestros, lo que hace un total de 271 000 alfabetizadores; y 29 000 cuadros dirigentes, políticos y trabajadores administrativos de la Campaña, para un total de 300 000 efectivos.

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