sábado, 14 de julio de 2012

para pensar

Las misiones militares estadounidenses en el extranjero alegan tener objetivos loables ligados a la “libertad duradera” y otras pavadas por el estilo. En vez de libertad, esos ejércitos arrojan misiles y bombas en esas naciones que supuestamente van a salvar, como en Irak y Afganistán.
En ese último país, en marzo pasado un militar norteamericano salió de cacería nocturna y asesinó a 17 personas, entre ellos varias mujeres y niños. Otras versiones aseguraron que no fue un killer aislado sino varios uniformados los que dispararon. Como fuera, un crimen atroz.
Y al mes siguiente, abril, el diario Los Angeles Times publicó fotos de soldados yanquis en Afganistán que levantaban, felices, manos de cadáveres y piernas mutiladas.

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