sábado, 9 de abril de 2011

“La sangre numerosa” y “Abril sus flores abría”

Preludio de la invasión fueron los ataques de la aviación mercenaria, el 15 de abril de 1961, a los aeropuertos de Ciudad Libertad, San Antonio de los Baños y Santiago de Cuba con el fin de destruir en tierra los pocos aviones heredados por la Revolución, de diferentes marcas y de procedencia capitalista, y que ya entonces era bien difícil obtener piezas de repuesto para ellos.
Formó parte del plan del imperialismo destruir arteramente aquella pequeña aviación de Cuba, que tenía pocos pilotos con un mínimo de entrenamiento. Utilizaron aviones que llevaban insignias cubanas, y que eran de fabricación norteamericana, piloteados por mercenarios y en cierto momento por pilotos estadounidenses.
Nicolás Guillén, poeta y periodista, quien entonces escribía una columna en el periódico Hoy, y colaboraba con otras publicaciones cubanas, escribió dos poemas sobre lo acontecido en Ciudad Libertad y en las arenas de Playa Girón.

El primero de ellos lo dedicó a Eduardo García Delgado, joven miliciano que escribió con su sangre el nombre de Fidel en una puerta del recinto en Ciudad Libertad, poco antes de morir tras ser ametrallado por la aviación mercenaria yanki durante los criminales bombardeos del 15 de abril de 1961.

LA SANGRE NUMEROSA

Cuando con sangre escribe
FIDEL este soldado que por la Patria muere,
no digáis miserere:
esa sangre es el símbolo de la Patria que vive.

Cuando su voz en pena
lengua para expresarse parece que no halla,
no digáis que se calla,
pues en la pura lengua de la Patria resuena.

Cuando su cuerpo baja
exánime a la tierra que lo cubre ambiciosa,
no digáis que reposa,
pues por la Patria en pie resplandece y trabaja.

Ya nadie habrá que pueda
parar su corazón unido y repartido.
No digáis que se ha ido
Su sangre numerosa junto a la Patria queda.

El otro poema de Nicolás Guillén sobre aquellos acontecimientos lo tituló Abril sus flores abría. Son versos y, a la vez, crónica que cuentan lo épico de la lucha del pueblo cubano y que señalan la entraña criminal de la fuerza mercenaria e imperial que intentó herir “el gran pecho de Girón”.

ABRIL SUS FLORES ABRÍA

Abril sus flores abría,
manto azul, corona verde,
rey de serena fragancia
que apenas las hojas mueve,
cuando desde el alto norte
flota de piratas viene
a herir con fácil cuchillo,
como los traidores hieren,
el gran pecho de Girón
que junto a la mar se extiende.

Pagados están en dólares
y en inglés órdenes tienen
de que en Cuba ningún ensueño,
ni una flor, ni un árbol quede.
Asaltan de noche oscura
para matar y esconderse,
pero el pueblo los achica,
los achica y los envuelve,
los envuelve y los exprime
y los exprime y los tuerce.

Ante las balas que silban
Temerosas nalgas vuelven:
En el mar buscan refugio,
mas las olas no los quieren;
sus barcos desmantelados
son ruinas que el agua ofende.
Ansiosos de no morir
muertos están para siempre:
el pueblo les enseñaba
que solo vive quien muere
con el pecho entre las nubes
y la sangre a la intemperie.

No hay comentarios.: