miércoles, 16 de marzo de 2011

Rechaza el G-8 intervención militar en Libia

“Quedó excluido que la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) o potencias del norte del Mediterráneo puedan intervenir en Libia”, declaró en la rueda de prensa final tras la reunión de los cancilleres del grupo, el jefe de la diplomacia francesa Alain Juppé. Juppé, quien presidió la reunión de dos días del G-8, indicó que los cancilleres de los ocho grandes no alcanzaron un acuerdo sobre la iniciativa de una intervención militar en Libia propuesta por Francia y apoyada por Reino Unido. El canciller francés precisó que la iniciativa consistía en realizar un bloqueo aéreo en Libia y bombardear algunos objetivos concretos de las fuerzas aéreas libias. En la decisión del G-8 influyó la postura de la Liga Arabe y del Consejo del Golfo que desaconsejaron una intervención militar extranjera en Libia, explicó por su parte el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov. El G-8, integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia, acordó no obstante pedir a las Naciones Unidas incrementar su presión sobre Libia mediante sanciones económicas si es preciso. “Estamos de acuerdo para demandar al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas incrementar sus presiones sobre el coronel Gaddafi, incluyendo medidas económicas” declaró Juppé, quien presidió una reunión de alto nivel. “Espero que el Consejo nos permita adoptar una manera que nos posibilite ayudar a la población de Libia”, agregó el canciller de Francia, que este año preside el grupo de los siete países más industrializados más Rusia, el G-8. Juppé mencionó entre otros métodos de presión la posibilidad de que se realice un embargo marítimo al país africano, gran productor de petróleo. El funcionario francés estimó que el Consejo de Seguridad debería tomar una decisión sobre este tema “antes de finales de esta semana“. En la declaración final, los cancilleres del G-8 exigieron a Gaddafi “respetar las legítimas reivindicaciones del pueblo libio sobre una forma representativa de gobierno”. También le pidieron “respeto por sus derechos fundamentales, libertad de expresión en su país” y le advirtieron sobre “las consecuencias dramáticas que tendría un rechazo” por su parte de esas peticiones. El tema de Libia fue el asunto principal de la reunión, a la que asistió la secretaria estadounidense de Estado, Hillary Clinton, además de la catástrofe que provocó un sismo y tsunami en Japón, cuyo gobierno recibió el apoyo del G-8.

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