lunes, 14 de marzo de 2011

El conflicto libio y sus alternativas

Néstor García Iturbe

El gobierno de Obama, apoyado por la Unión Europea (UE) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) está tratando de incrementar la presión sobre el gobierno de Libia con el fin de ayudar a los insurgentes en sus propósitos de derrocar a Gadafi. En la reunión que se está celebrando en Bruselas, se tratan de coordinar las acciones futuras, incluyendo las que se consideran deben desarrollarse en el campo militar.

Entre las acciones que se plantean realizar está extender la congelación de activos que se decretó contra el líder libio y otras 25 personas, a cinco entidades financieras con lo que se considera el golpe económico sería mucho mayor.

Esta medida pudiera no tener el efecto deseado, pues según fuentes estadounidenses, incluidas algunas de sus órganos de inteligencia, se plantea que Gadafi cuenta en suelo libio con miles de millones de dólares, lo que le permitiría llevar a cabo las acciones bélicas independientemente de la congelación de los fondos en el exterior.

De acuerdo con esas fuentes, la mayor cantidad de divisas extranjeras con que cuenta Libia se encuentra en el Banco Central Libio y en algunos otros bancos privados existentes en Trípoli. El gobierno libio no realizó muchos cambios en la comercialización internacional después de levantadas las sanciones de la ONU y continuó realizando transacciones en efectivo, principalmente las relacionadas con la venta de petróleo.

Otro asunto sobre el que ya votaron los representantes de los distintos países fue el reconocimiento de la oposición, considerándolos como interlocutores de una parte de la población libia.
Este es un paso peligroso, sobre todo tomando en consideración la inestable situación en que se encuentran toda una serie de países árabes, muchos de ellos con gobiernos muy amigos de Estados Unidos, que pudieran confrontar una situación similar.

¿En ese caso se reconocería a la oposición como interlocutores de una parte de la población? Otros aspectos que se están debatiendo son la conveniencia de impulsar una operación militar en Libia, incluida la creación de una zona de exclusión aérea y otras posibilidades. Estados Unidos, en una operación “humanitaria”, ya tiene una cantidad de medios de guerra y efectivos en el mar Mediterráneo, cercanos a las costas de Libia, por si se toma el acuerdo, o la situación llega a ser tan desfavorable para sus simpatizantes que deciden invadir sin esperar el acuerdo del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, como debe hacerse en estos casos.

Para encubrir estos movimientos de carácter agresivo, los militares de la OTAN han planteado que por el momento no están hablando de una operación militar, sino de dar apoyo con medios militares (como aviones y buques) a las tareas de evacuación y, quizá, a la ayuda humanitaria en el futuro.
La labor en que están enfrascados los militares en estos momentos es la de planificación para determinar qué recursos serían necesarios en la ejecución de los distintos escenarios posibles, incluyendo como uno de ellos la invasión, han explicado fuentes diplomáticas británicas. “Se trata de estar preparados para actuar rápidamente si se nos requiere”, han precisado fuentes estadounidenses. “No estamos hablando de una intervención terrestre por ahora” Se esperaba que los aviones de patrulla y vigilancia AWACS desplegados en el sur del Mediterráneo en el marco de la operación antiterrorista aliada Active Endeavour (Libertad Duradera) comienzaran a vigilar las 24 horas del día la situación en Libia desde el jueves 10 de marzo, después de que los países aliados apoyaran la semana pasada elevar la vigilancia desde las actuales 10 a las 24 horas diarias.

Los órganos de inteligencia de Estados Unidos recomiendan se piense muy bien la decisión de la invasión de fuerzas extranjeras, pues plantean que hasta los propios opositores de Gadafi están en contra de la misma. Se vería como una injerencia de Occidente en los asuntos internos del país y pudiera tener consecuencias negativas. Estados Unidos y sus aliados confrontan un serio problema en Libia.
 Mientras más días se extienda la guerra, el precio del petróleo continuará subiendo. Si como consecuencia de los combates se afectan las refinerías y campos petroleros es seguro que el precio aumentará aún más, lo cual afectará negativamente los planes de recuperación económica de Estados Unidos y muchos países europeos.

Gadafi ha comenzado una contraofensiva que ha tenido éxito hasta el momento, ha recuperado terreno que estaba en poder de la oposición incluyendo importantes ciudades como Ras Lanuf y Zawiyah, campos petroleros y refinerías.

No puede todavía declarar victoria ya que se requiere continuar combatiendo para que el país esté totalmente bajo su gobierno, pero pudiera lograrlo. El avance de las tropas de Gadafi pudiera impulsar la invasión por parte de Estados Unidos y sus aliados, pues sería un problema aún más serio el que Gadafi retomara el control del país.

¿Qué pasaría con el suministro de petróleo si esto pasara? ¿Sería posible que Gadafi perdonara a todo el que se unió a sus oponentes y quiso derrocarlo? ¿Después que suene el último disparo Gadafi dirá que no ha pasado nada y las relaciones con Estados Unidos y la UE pueden continuar como antes?

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